Dentro de
Europa hay asimetría, por ejemplo Alemania depende mucho más
del gas ruso que España y tendrá que pasar por una transición
más grande para diversificar su suministro de energía. Es
decir, necesitará más inversión.
De alcanzarse
esta financiación adicional como respuesta a la crisis energética,
se podría impulsar una inversión significativa, impulsando
el crecimiento a medio y largo plazo.
Una herramienta
sería la mutualización de la deuda para combatir los choques
asimétricos en la eurozona, convirtiendo al bloque en un área
monetaria más óptima.
Actualmente,
el 37 por ciento de los fondos europeos deben destinarse a la transición
verde y deben absorberse para fines de 2026. Como no serán suficientes,
ya hay voces que piden emitir deuda adicional a nivel de la UE para anticipar
la transición verde.
Hay una
propuesta incipiente para emitir deuda de la UE y utilizar los ingresos
para hacer préstamos a los estados miembros para financiar nuevas
iniciativas.
Ya hay oposición
a esta propuesta entre los llamados países frugales de la UE, pero
si se implementa, esto podría impulsar significativamente el gasto
fiscal de los estados miembros de la UE y podría acelerar la transición
verde.
Los países
frugales sostienen que antes de considerar una nueva deuda, Europa debería
hacer pleno uso de su deuda común.
El programa
Next Generation EU se divide entre transferencias o subvenciones (390.000
millones de euros) y préstamos (360.000 millones de euros). Los
beneficios de cada uno son bastante diferentes:
•
Las transferencias son una forma de subvención, al menos a corto
plazo, para quienes las reciben: el reembolso será tardío
y compartido entre todos los Estados miembros, por lo que los destinatarios
solo reembolsarán una fracción de lo que reciben.
• Los préstamos
implican el pago de intereses inmediatos, aunque a un tipo inferior al
nacional si el país prestatario tiene un diferencial de tipos de
interés positivo frente a las mejores condiciones de préstamo
de la Unión Europea.
Los frugales pensaban
que países como Italia y España iban a usar las subvenciones
y dejar los préstamos, pero las cosas han cambiado.
Por ejemplo,
el gobierno español está en la necesidad de pedir los préstamos
(70.000 millones para España), lo que supondrá más
reformas. La idea inicial era no pedirlos hasta después de las próximas
elecciones generales, precisamente porque conllevan más reformas
impopulares, pero según algunas fuentes la vicepresidenta económica
lleva semanas negociándolos.
Según
estas mismas fuentes, estos préstamos no irán a subvencionar
proyectos y PERTEs, como las subvenciones, irán a ”ayuda financiera”
a la actividad, es decir, créditos blandos para que unas empresas
españolas puedan el alza de la energía.
En conclusión,
que los fondos europeos next generation podrían ser el preámbulo
a más financiación europea, la cuestión es ¿cómo?
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