Introducción:
la promesa del “Día 1 sin fallos”
En activos
misión crítica —centros de datos, hospitales, pharma— el
valor no reside en la potencia instalada, sino en la disponibilidad reproducible
bajo eventos reales. El commissioning (Cx) convierte diseño en operabilidad
a través de pruebas planificadas: FAT/SAT validan equipos e interfaces;
el Cx funcional comprueba secuencias; el IST estresa sistemas integrados;
y ORAT transfiere el activo a explotación con MOP/SOP/EOP y un equipo
formado. La recompensa es tangible: menos retrabajos, menor riesgo de LDs
(penalizaciones), mejor PUE/WUE, y confianza del inversor en la curva de
cash flow. El costo de probar es una fracción del importe de una
caída operativa. La idea fuerza: no existe un buen Día 1
sin un buen Día ?180.
De OPR/BOD
a DfCx: diseñar para poder probar
El OPR (Owner’s
Project Requirements) define la vara de medir: niveles de servicio, criterios
de redundancia (N+1, 2N), escalabilidad, ventanas de mantenimiento y límites
energéticos (PUE objetivo). El BOD (Base of Design) los traduce
en arquitectura MEP y filosofía de control. Entre ambos debe existir
una matriz de trazabilidad que alimente la planificación del Cx.
La palanca
que diferencia proyectos excelentes es el DfCx (Design for Commissioning):
puntos de prueba accesibles, bypasses y válvulas de corte, sensórica
suficiente y calibrable, puertos de ensayo en UPS, chiller y torres, etiquetado
claro y ready-for-test por sistema. El diseño debe asumir que todo
lo que no se pueda medir no se podrá aceptar. Incorporar RAMS (fiabilidad,
mantenibilidad y seguridad) con FMEA/FMECA evita SPOF (single points of
failure) que en IST explotan tarde y caro.
Arquitectura
de control y datos: BMS/EPMS/SCADA listos para IST
Probar sin
datos es fe. Un BMS/EPMS bien modelado permite trending con tiempos de
muestreo adecuados, naming consistente, sincronización y sellado
temporal. Las alarmas deben tener filosofía: clasificación,
prioridades, deadbands y umbrales que eviten la fatiga del operador. El
DCIM y el CMMS se conectan para que los hallazgos de Cx generen acciones
trazables.
En crítica,
ciberseguridad OT es condición: segmentación de redes, control
de cambios, gestión de parches/firmware, backups y planes de contingencia
ante ciberincidentes. Durante FAT/SAT de software, los bancos virtuales
de señales y emulación permiten depurar secuencias sin riesgo
físico; en sitio, los bancos de carga (eléctricos y térmicos)
llevan el sistema a límites con seguridad y datos de valor.
Plan Maestro
de Cx: gobernanza, QA/QC y pre-functional
El Cx Plan
define alcance, RACI, hitos (gates), criterios de go/no-go, formatos de
evidencia y un calendario realista. QA/QC de obra deja el terreno listo:
flushing y limpieza, certificados, preservación, pre-energización,
y listas de verificación pre-functional por disciplina (mecánica,
eléctrica, control). Sin esta base, el Cx consume el presupuesto
apagando fuegos. Los scripts de prueba especifican precondiciones, pasos,
entradas, salidas y tiempos esperados, así como el tratamiento de
desviaciones (NCR) y re-pruebas.
La clave cultural:
el Integrador y el CxA (agente de commissioning) necesitan autoridad funcional
y canales de reporte sin cortocircuitos. Las readiness reviews con actas
firmadas evitan ISTs fallidos por prisas.
FAT/SAT con
sentido: representatividad, metrología y criterios de aceptación
En FAT se comprueban
prestaciones en banco: UPS, grupos, chillers, tableros, controles. La representatividad
debe declararse: qué cubre y qué no. En SAT, ya en campo,
importa la instalación, la selectividad de protecciones, la energización
segura y la comunicación con BMS/EPMS. La instrumentación
debe tener exactitud conocida, certificados vigentes y un plan de custodia.
Los bancos de carga requieren procedimiento de subida/bajada, distribución
en salas y medidas de seguridad claras. Cada prueba cierra con un criterio
de aceptación: valores objetivo, tolerancias, ventanas de estabilidad
y redlines cuando toca ajustar.
Cx funcional
por sistemas: eléctrico, térmico y seguridad de vida
Eléctrico.
La columna vertebral: subestación, aparamenta, ATS, UPS con bypass
estático y de mantenimiento, grupos electrógenos y combustible.
Se validan selectividad, tiempos de transferencia, sincronismos, armónicos
(THD), flicker y puesta a tierra. Los protocolos de reversión a
normal deben ser tan precisos como los de fallo.
Térmico/HVAC.
La estabilidad térmica de salas IT depende de producción
(chillers, torres/adiabáticos, bombas), distribución, contención
hot/cold aisle y control de humedad. Se prueban rampas, ?T, caudales, presiones
y estanqueidad. En misiones sensibles, las pruebas de estrés térmico
coordinan cargas, compuertas y consignas.
PCI y seguridad
de vida. Detección, alarmas, supresión (agua/gas), enclavamientos
con CCTV/ACS, control de humos y evacuación deben secuenciarse sin
ambigüedades. Un Cx serio incluye reset y tiempos de recuperación
pos-evento, no solo el disparo.
IST: el examen
que no perdona
El IST integra
los sistemas y los somete a escenarios: pérdida de utility, fallo
de transferencia, degradación parcial, eventos en cascada y black-building.
La matriz de interdependencias mapea señales críticas, enclavamientos
y estados seguros; define prioridades de carga y puntos de fallo. Cada
guion detalla roles, briefing, LOTO, permisos y comunicación. La
evidencia —time-stamping, vídeo, tendencias— debe ser replicable
y auditable.
El cierre del
IST exige criterios de aptitud: umbrales por escenario, gestión
de NCR, re-pruebas y un informe final que el comité acepte. Muchos
contratos incluyen un reliability run (72–120 horas) con variaciones controladas;
es la primera prueba de que los SOP/MOP/EOP escritos funcionan en manos
del equipo real.
ORAT: entregar
un activo que el equipo puede operar
La transferencia
a operación (ORAT) va más allá de entregar manuales.
Incluye datos as-commissioned, setpoints, listas de activos y repuestos,
y la carga al CMMS/DCIM con gobernanza de datos. El paquete de MOP/SOP/EOP
tiene estructura, numeración y control de cambios; se valida con
simulacros y drills de fallo. La formación no es un PowerPoint:
se evalúa competencia y se planifica reentrenamiento. La operación
temprana ajusta estacionalmente y afina alarmas; el re-commissioning programado
evita la deriva.
Coste, financiación
y contratos: cuánto cuesta probar bien (y cuánto se ahorra)
Probar cuesta,
pero menos que fallar. El CAPEX de commissioning (bancos de carga, instrumentación,
horas de ingeniería, re-pruebas) debe presupuestarse desde la Planificación;
su impacto en financiación dependerá del calendario de desembolsos
y del tipo de interés vigente. Para el promotor, reducir iteraciones
y paradas en IST significa menos días de obra con costes indirectos
y mejor curva de caja. Para el inversor, la evidencia de KPIs (tasa de
incidencias, tiempo de cierre, PUE en trending) es condición de
bancabilidad operativa.
Contractualmente,
los bonus–malus alinean comportamientos: calidad de pruebas, cumplimiento
de plazos, disponibilidad y eficiencia temprana. Los LDs por no disponibilidad
deben balancearse con horizontes realistas y un régimen claro de
evidencias. El CxA necesita independencia de criterio; el Integrador requiere
autoridad para coordinar interfaces y RACI sin zonas grises.
Errores frecuentes
que tumban un IST (y cómo evitarlos)
1) Diseñar
sin DfCx. Ausencia de puntos de prueba, falta de bypasses, etiquetado confuso.
Solución: revisar DfCx en gates de diseño y maqueta de pruebas.
2) Datos pobres.
BMS/EPMS sin naming, sin sincronía ni tendencias útiles.
Solución: diccionario de señales, muestreo y filosofía
de alarmas antes del SAT.
3) Instrumentación
sin trazabilidad. Equipos sin certificados o mal custodiados. Solución:
plan metrológico y custodia.
4) Prisas
para IST. Readiness incompleto y punch-list abierta. Solución: go/no-go
con criterios firmados.
5) Scripts
ambiguos. Guiones sin tiempos ni salidas esperadas. Solución: estructura
estándar, límites y criterios de aceptación por escenario.
6) ORAT liviano.
Sin MOP/SOP/EOP probados ni formación. Solución: simulacros
y evaluación de competencias documentada.
Minicasos sectoriales
(España–LatAm): patrones replicables
Data center
Tier III/IV. Un calendario con FAT tempranos de UPS y control, SAT de selectividad,
Cx funcional por salas y IST por fases (pérdida de utility, fallo
de ATS, black-building) redujo NCR abiertas en un 70 % antes del reliability
run. El PUE en tendencia se validó dentro de banda.
Hospital con
UCI y quirófanos. Pruebas integradas HVAC-PCI-eléctrico con
enclavamientos de damper, señalización y energía de
emergencia. ORAT incluyó simulacros con personal clínico;
la operación arrancó sin desviaciones de presión en
zonas críticas.
Planta pharma.
La compatibilidad Cx–IQ/OQ/PQ se resolvió con matrices de evidencias
y scripts armonizados. La gestión de cambios regulados evitó
retrabajos.
Conclusiones
operativas: 6 pasos para un “Día 1” de verdad
Trazabilidad
OPR?BOD?Cx. Sin matriz de cobertura, sobran supuestos y faltan pruebas.
DfCx desde
el anteproyecto. Puntos de prueba, sensórica calibrable y accesibilidad
física.
Datos primero.
BMS/EPMS con naming, muestreo, filosofía de alarmas y audit trail.
Cx Plan con
autoridad. CxA e Integrador con RACI claro, go/no-go exigente y actas.
IST por escenarios
con banco de carga. Scripts con tiempos, bandas de estabilidad y reversión.
ORAT con MOP/SOP/EOP
probados. Formación evaluada, simulacros y plan de re-commissioning.
Autoría:
Silvia Rodríguez – Ingeniera Industrial, Project Manager y Cx Lead
en misión crítica, con experiencia en MEP y entrega de centros
de datos y edificios críticos en España y Latinoamérica.
Invitación:
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