España
prepara dos convocatorias este año bajo el esquema PERTE, con €1.7
mil millones en préstamos y subvenciones para la producción
de vehículos eléctricos, financiados por fondos de ayuda
pandémica de la Unión Europea. Este tipo de incentivos refleja
el compromiso del país y de la UE con la transición hacia
la movilidad sostenible.
La planta de
Nissan, ahora en manos de EV Motors junto con otros socios, se vislumbra
como un futuro hub para la producción de EV, incorporando a Chery
bajo su paraguas. EV Motors, que recientemente tomó control total
de la instalación, juega un papel crucial en las negociaciones,
proyectando la fabricación de pick-ups y furgonetas eléctricas
bajo su marca Ebro, lo que podría incluir acuerdos de producción
y comerciales con Chery.
Chery, al igual
que otros fabricantes chinos, se introduce en el mercado europeo ofreciendo
vehículos mayormente eléctricos a costes más bajos.
Ya comenzó a vender autos en España este año y también
busca expandirse a Italia, mostrando la estrategia de la compañía
de vender una mezcla de autos con motores de combustión interna
y electrificados en mercados donde las ventas de carros eléctricos
aún son bajas.
Este desarrollo
en los polígonos industriales no solo representa una oportunidad
para revitalizar la infraestructura existente sino también para
fomentar la innovación y el desarrollo económico local. A
medida que Europa avanza hacia la electrificación y la sostenibilidad,
proyectos como la transformación de la antigua planta de Nissan
en Barcelona se convierten en ejemplos clave de cómo la inversión
y la innovación pueden coexistir en beneficio de la economía,
el empleo y el medio ambiente.
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