Sin
embargo, no todo ha sido un camino de ascenso para las empresas españolas.
A pesar de los incrementos en términos absolutos y relativos, han
descendido un puesto en la clasificación global en detrimento de
las empresas francesas. Los conglomerados chinos continúan dominando,
seguidos de los franceses, que han mostrado un crecimiento significativo,
en parte debido a la adquisición de Cobra por Vinci en 2021.
Mientras tanto,
Europa emerge como un segundo mercado crucial para las constructoras españolas,
donde Ferrovial y FCC, entre otros, han logrado establecerse de manera
destacada. Australia, en la región de Oceanía, se destaca
como un punto estratégico para el crecimiento, con las firmas españolas
acaparando casi la mitad de los ingresos internacionales en ese país.
Además,
América Latina continúa siendo un territorio importante,
donde empresas como Sacyr y Acciona tienen una influencia significativa.
En Canadá, las constructoras españolas han logrado crecer
en participación, posicionándose cada vez más cerca
de las grandes empresas estadounidenses y francesas.
No obstante,
en otras regiones como Oriente Medio, Asia y África, la presencia
de constructoras españolas sigue siendo limitada, aunque con avances
notables en Oriente Medio.
En conclusión,
las constructoras españolas siguen mostrando su destreza y adaptabilidad
en el mercado internacional, conquistando mercados estratégicos
y enfrentándose a la feroz competencia de gigantes mundiales. A
medida que evoluciona el panorama global de la construcción, estas
empresas tienen el potencial de seguir siendo actores clave en la industria
a nivel mundial.
Para aquellos
interesados en la gestión y dirección de empresas constructoras,
se recomienda la Guía Práctica de Gestión y Dirección
de una Constructora, una herramienta esencial que ofrece insights y estrategias
para navegar con éxito en este competitivo sector.
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