Esto significa
que los consistorios tendrán la capacidad de planificar la oferta
de alojamientos turísticos en sus territorios, determinando, por
ejemplo, la cantidad de hoteles o viviendas turísticas permitidas.
Bernal destacó que se busca una regulación de los servicios
turísticos, estableciendo requisitos que deben cumplir las viviendas
turísticas, como el número máximo de ocupantes en
función de las habitaciones y la obligación de contar con
determinados servicios, como sistemas de extinción de incendios
o climatización, para poder estar inscritas en los registros oficiales.
La necesidad
de esta regulación se debe a que el modelo de negocio ha cambiado,
y en la actualidad, la oferta de alojamiento turístico se divide
en partes iguales entre hoteles y viviendas turísticas en la comunidad
de Andalucía, según Bernal. El consejero también destacó
que la Junta no busca prohibir ni fomentar las viviendas turísticas,
sino actuar en pro de la calidad turística.
Bernal también
explicó que en la etapa del anterior consejero de Turismo, Juan
Marín, se trabajó en un decreto sobre viviendas turísticas,
pero no se incorporaron las sentencias judiciales en contra, ya que los
ayuntamientos asumían competencias de la Junta y también
porque limitaban un uso turístico sin estar respaldado por informes
económicos.
Con estos cambios
en la normativa, se espera que se logre una regulación más
adecuada y actualizada del fenómeno de las viviendas turísticas
en Andalucía, buscando un equilibrio entre la oferta de alojamiento
turístico y la calidad de los servicios ofrecidos, sin prohibir
ni fomentar dicho tipo de alojamiento.
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