El nuevo modelo
parte de que el coste de la obra sea el que condicione el diseño
de la obra y no al revés, permite que se evalúen posibles
alternativas que mejoren el proyecto y se fija un coste objetivo con compartición
de ahorros y sobrecostes con mecanismos que recompensen la eficiencia y
castiguen la infeficiencia.
Con ello, se
retribuye al contratista el coste total de las obras realizadas más
una tarifa sujeta a un coste objetivo pactado al inicio del proyecto, se
incorpora una fase de negociación de ofertas y se acotan los riesgos.
Con estas medidas
Seopan, que valora que se hayan atenuado las bajas en la contratación,
entiende que se garantizará el cumplimiento del presupuesto y los
plazos, se maximizará el valor del proyecto y se reducirán
las controversias que acaban en los tribunales.
EL SISTEMA
TARGET COSTING SE BASA EN EL CÁLCULO DE LOS COSTES A PARTIR DEL
PRECIO DE VENTA FIJADO PARA EL PRODUCTO.
El objetivo
de este sistema es incrementar el beneficio total del producto, a través
del conocimiento de las necesidades de los clientes y la competencia. Es
decir, tiene un objetivo claro que no es otro que permitir la gestión
del negocio para ser rentable en un mercado altamente competitivo.
El Target Costing
es un proceso que incentiva la reducción y el control de costes
a lo largo de toda la vida de la obra o del producto.
La principal
diferencia que puede existir entre una metodología tradicional y
este sistema radica en que es el mercado competitivo quien dirige la planificación
de costes; los precios son los que determinan los costes, mientras que
en un sistema tradicional serían los costes los que determinan los
precios. Otra diferencia es que los proveedores son invitados a participar
desde el inicio en la etapa de diseño, y también, los costes
son administrados por grupos interdisciplinarios.
El target Costing
busca aprovechar el valor de la propuesta desde fase muy temprana. En muchos
casos es necesario implicarse incluso en la fase de diseño.
Para realizar un buen proyecto debemos de conocer a nuestros clientes,
sus necesidades y aspiraciones. Entender que es lo que quieren, de ahí
obtenemos parte del valor del proyecto gracias a lo que se conoce como
“Definición del Proyecto”.
Una vez definido
su valor inicial y realizado los análisis previos es el momento
de definir su coste. Tradicionalmente el coste lo marcan las empresas desde
abajo hacia arriba, según la repercusión que tenga cada fase.
A partir de un diseño se calcula su proyecto de ejecución
a través de los costes de materiales, mano de obra y costes indirectos
que puedan surgir (Coste de ejecución + Beneficio = Precio de mercado).
En LEAN Construction
el coste se calcula de forma inversa, primero se fija la cantidad que está
dispuesto a pagar (Coste de Ejecución = Precio de mercado + Beneficio),
por eso es importante tener claros estos principios de base:
• Coste dirigido
al precio. Como el cliente valora el coste final de todo el proceso.
• Integración
de todos los agentes desde fases iniciales del proyecto.
• Definir
los puntos de actuación en busca de conseguir aumentar la cadena
de valor.
• Reducir
costes una vez definido el valor por el cliente.
• Posibilidad
de mejora continua de los procesos.
Actualmente
el sector de construcción ya cuenta con herramientas que permiten
la correcta aplicación de LEAN Construcción, una nueva concepción
en el desarrollo de los proyectos y de su ejecución.
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