Una vez que
esté operativo, se espera que Big-T genere ahorros significativos
en los costes de electricidad y mejore la confiabilidad del suministro
a los consumidores.
La planta respaldará
la transición de la carga base de electricidad de Australia lejos
de sus antiguas centrales eléctricas de generación de carbón
y contribuirá al objetivo del gobierno de Queensland de generar
un 50 % de energía renovable para 2030.
Bechtel brindará
apoyo para el desarrollo del proyecto en virtud de un acuerdo de servicio
que incluirá avanzar en el diseño, facilitar el ahorro de
costos y la capacidad de construcción de los contratistas iniciales
y asesorar sobre cómo estructurar mejor los contratos principales.
También iniciará el compromiso de la cadena de suministro
con miras a maximizar el contenido local y la participación indígena.
“Nos complace
contar con los servicios de Bechtel”, dijo Scott Walkem, director administrativo
de BE Power. “Bechtel tiene una experiencia significativa en la entrega
de infraestructura de energía, incluida la energía hidroeléctrica.
Además, Bechtel y GE tienen una larga historia de trabajo en colaboración
para entregar proyectos de energía”.
La contribución
inicial de Bechtel ayudará a informar el estudio de factibilidad
de Big-T, con la decisión final de inversión programada para
fines de 2023. Si se logra, Bechtel continuará con la ingeniería,
adquisición y construcción del proyecto.
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