Asimismo,
se discute el desembarco de inversiones chinas en minería, especialmente
en la producción de cobre y litio en el norte argentino. En cuanto
al litio, Argentina firmó un acuerdo con Jiangsu Jiankang Automobile
(JJA) para la producción de vehículos y baterías en
el país. La lista de proyectos incluye la remodelación del
puente Chaco-Corrientes, la construcción de un acueducto y plantas
potabilizadoras, corredores viales y el desarrollo de un hub logístico
en Tierra del Fuego.
En cuanto a
las inversiones en energía, hay en cartera cinco obras principales
que requieren grandes inversiones. Este plan de obras incluye la construcción
del gasoducto del sur, el sistema eléctrico del AMBA, el sistema
eléctrico de la Patagonia, el gasoducto de Mesopotamia y la construcción
de una central térmica.
LA POSICIÓN
DE CHINA EN IBEROAMÉRICA
Entre 2010
y 2014, Argentina y Brasil concentraron el 61,2 % de la inversión
china en Iberoamérica, pero esta cifra cayó al 17,6 % en
2020. Por el contrario, Chile, Colombia, México y Perú han
ganado relevancia desde 2017, con Chile, Colombia, y México representaron
el 76,9 por ciento de la inversión china en la región en
2020. Entre 2005 y 2009, los flujos de inversión china hacia Iberoamérica
y el Caribe se concentraron en materias primas, representando el 94,7 por
ciento del total, pero esta cifra se desplomó al 58,9 por ciento
entre 2015 y 2020.
Entre 2000
y 2020, la inversión china en energía, telecomunicaciones,
autopartes y electrónica superó a la inversión china
en metales, minerales y minería en Iberoamérica. No obstante,
los proyectos de infraestructura continúan dominando tanto las fusiones
y adquisiciones, particularmente en el sector eléctrico.
En el caso
de Argentina, la inversión china en la industria de la soja cubre
todas las etapas de la cadena productiva, desde el suministro de insumos
(incluidos agroquímicos, fertilizantes y semillas) hasta las instalaciones
de almacenamiento, así como las plantas de prensado y procesamiento
(incluidas las destinadas a producir biodiesel)), transporte (a través
de la propiedad de los puertos), y comercialización. Esta inversión
china cada vez más diversificada en Argentina ahora también
incluye sectores e industrias como finanzas, carne, automotriz, comercio
minorista, pesca y telecomunicaciones. Las empresas chinas también
han invertido en sectores económicos argentinos estratégicos,
como petróleo y gas, minería, construcción, logística
y transporte, y (más recientemente) energía alternativa.
Como parte
de su nueva estrategia global, China se ha convertido en una fuente líder
de financiación para los países latinoamericanos. De 2005
a 2019, el BDC y el Exim Bank de China otorgaron a la región más
de $137 mil millones en préstamos, superando la financiación
combinada del Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo y CAF-Banco
de Desarrollo de Iberoamérica.
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