De acuerdo
con el informe Euroconstruc 1/2021, la caída de la producción
ha sido menor de la que se esperaba.
Esta ha sido
la primera oportunidad de medir con datos razonablemente definitivas del
impacto sufrido por el sector europeo de la construcción. La caída
de producción (-5,1%) ha sido menor de lo que se temía, y
mucho menos dramática que la sufrida en la crisis anterior de 2008-09.
Sin embargo, esta menor afectación no ha influido demasiado en la
previsión del ritmo de recuperación del 2021 hasta final
de año, que se mantiene en niveles muy similares a los del semestre
pasado: 3,8% para 2021 y 3,0% para 2022, con una proyección para
2023 del 2,1%. Como la economía europea en general también
se encamina a una recuperación bastante dinámica, se refuerza
la hipótesis de que el sector europeo conseguirá volver en
2022 a los niveles de producción del 2019 (situando el listón
bastante alto en emplear el valor de mercado de 2019 como indicador de
"normalidad", ya que fue un auténtico pico de producción
que hacía 11 años que no se producía en Europa). Por
lo tanto, el sector construcción no sólo dejará atrás
el "choque" de la pandemia sino que aspira a producir de nuevo a niveles
récord en 2022, e incluso superarlos en 2023.
En la lista
de factores que podrían hacer peligrar la previsión, a parte
de los riesgos relativos a la demanda, hay riesgos por el lado de la oferta,
en forma de escasez y / o encarecimiento de materiales y de mano de obra.
A nivel de países, encontramos hasta siete casos en los que el próximo
año no conseguirán volver a los niveles de producción
de 2019.
Esto puede
parecer preocupante, pero hay motivos para relativizarlo: algunos países
se quedan cortos para bastante poco, con lo que la recuperación
simplemente necesitará un año extra para materializarse.
En todo caso, no debería pasarnos desapercibida la presencia de
Alemania y Francia en este grupo de países que avanzarán
a menor ritmo, algo que suele suceder en mercados de tanta tamaño
y que además se encuentran próximos a sus techos de capacidad
productiva.
La edificación
residencial es el subsector que sale mejor parado de la revisión
de la previsión. Por un lado, la caída de producción
registrada en 2020 ha resultado menos extrema (-7%) de lo esperado, y se
prevé que a continuación haya un claro rebote en 2021 (5,4%).
Este optimismo proviene de la evolución económica y sanitaria,
pero también de la del mercado inmobiliario, que ha sido capaz de
atravesar los meses de más incertidumbre con un aplomo remarcable.
La vivienda de nueva planta se encamina a salir de la pandemia no sólo
con la buena dinámica con la que entró, sino con un impulso
extra (2,8% en 2022, 1,6% en 2023) que propulsará la producción
por encima de las previsiones anteriores al Covid. Este potencial de reciente
aparición se reparte de manera desigual por países, de forma
que en los próximos años convivirán mercados muy expansivos
(Dinamarca, Suecia, Irlanda, Polonia) con otros en contracción (resto
de países del Este, Finlandia, Noruega).
La edificación
no residencial sigue concentrando las previsiones más modestas.
En 2020, el impacto sobre la producción ha sido el más severo
del sector (-8,4%) y la recuperación que se prevé para 2021
será meramente testimonial (0,7%). Parece como si la promoción
no residencial privada esperara que se vaciaran todas las dudas sobre la
normalización de la economía para volver a arrancar nuevos
proyectos, con lo que habrá que esperar el 2022 para presenciar
una auténtica arranque (3,5%) y descartando una aceleración
a posteriori (2,9% en 2023). El comportamiento por nichos de mercado es
muy heterogéneo.
Los nichos
con alta participación pública (educación, sanidad)
se encaminan a una normalización en el 2022, mientras que el resto,
más dependientes de la inversión privada, seguirán
en cotas por debajo de las del 2019. La excepción será el
nicho de la logística, que continuará creciendo aunque no
tan rápidamente como en los años previos a la pandemia. En
el detalle por países, resulta esperanzador ver el Reino Unido en
el grupo de los mercados que volverán a su nivel pre-pandemia en
el 2023, adelantándose al calendario europeo de la recuperación.
La ingeniería
civil se encamina a cerrar el ejercicio 2021 con una producción
ligeramente por encima de la del 2019, con lo cual será el primer
subsector a cerrar el paréntesis de excepcionalidad provocado por
la pandemia. Es el resultado de haber conseguido superar en 2020 con un
impacto soportable (-2%) seguido de un retorno al crecimiento en 2021 (3,8%).
Es el subsector con mejores expectativas para 2022 (3,8%) contando que
ya estarán a pleno régimen los planes nacionales de inversión
sufragados con los fondos Next Generation. Gracias a ellos, la ingeniería
civil europea disfrutará de una red de seguridad de la que careció
en la pasada crisis, aunque sea una red parcial o condicional, ya que sólo
sirve a un perfil concreto de proyectos que cumple los criterios fijados
por Bruselas. El nicho de la energía, que sobre el papel debería
ser uno de los principales beneficiados, no se cuenta entre las previsiones
más expansivas, a pesar de haber generado muchas expectativas en
España e Italia. El nicho tractor será la infraestructura
ferroviaria, donde ya se preveía un crecimiento potente antes de
la llegada del Covid.
El sector construcción
español no se descuelga y también cerrará el paréntesis
en 2022 La previsión para el conjunto del sector construcción
en España es ligeramente más optimista al semestre anterior.
La confianza en la recuperación ha crecido en constatar que en 2020
(-10,4%) ha resultado menos dramático que el que se temía
y, a pesar de que el arranque del 2021 ha estado llena de incertidumbres,
se prevé un segundo semestre totalmente operativo con el que conseguir
un crecimiento del 5,5%. Este ritmo de avance se podría mantener
un año más (6% previsto para 2022) con lo que se recuperarían
los niveles de producción del 2019, tal como en el resto de Europa.
En la proyección para el 2023 ya esperamos crecimientos menos extremos
(3,5%).
El mercado
de la vivienda crecerá tanto por la parte de la edificación
de nueva planta como por la de la rehabilitación. Sin embargo, se
trata de crecimientos de una naturaleza diferente. Simplificando bastante,
podría decirse que la nueva planta espera crecer por sus propios
medios (se confía que la demanda se recupere, sea demanda de uso
o de inversión) mientras que la rehabilitación está
más a costa de los estímulos del Plan de Recuperación.
Por la parte de la vivienda de nueva planta, el año 2020 terminó
con -11,1% menos de producción y con una cartera de proyectos mermada,
pero recuperable. La oferta está lejos de saturarse, los precios
aún no plantean un problema y se ha anunciado un repunte de la promoción
pública. En estas condiciones, se espera que 2021 y 2022 sean aún
años de ajuste, con crecimientos entre el 6 y el 7%, con los que
se volvería a la producción pre-pandemia. Por lo tanto, 2023
será el primer año en que la tasa de crecimiento por fin
indique una auténtica expansión del mercado, que hemos situado
a un nivel prudente (3%).
RITMO CRECIENTE
DE LA CONSTRUCCIÓN EN ESPAÑA
Los visados
concedidos por los colegios de arquitectos técnicos para construir
nuevas viviendas en España lograron en abril con 9.175 viviendas,
una cifra que a pesar de haber crecido de manera notable frente de 2020
-marcado de lleno por la pandèmia- sigue por debajo de la registrada
antes de la Covid-19.
Con este nuevo
incremento, por segundo mes consecutivo, desde que comenzó el año
el número de visados para obra nueva se aproxima a 33.000, el 16,7%
más que en el mismo periodo de 2020, que desde marzo se vio afectado
por el estallido de la crisis sanitaria.
Sin embargo,
la cifra de visados otorgados en los cuatro primeros meses de 2021 es todavía
un 12,3% inferior que la que se observaba en el mismo periodo de 2019,
año previo al coronavirus.
Los visados
concedidos en abril en España, suponen la cifra más alta
desde octubre de 2019. Es de esperar que sea el reflejo del inicio de una
producción al alza y la recuperación del ritmo de la actividad
a niveles de 2019, ya que en 2020, un ejercicio impactado de lleno por
la pandemia de coronavirus, los visados para construir nuevas viviendas
disminuyeron un 19,5% y contabilizaron la cifra más baja desde la
registrada en 2017.
Dado el total
de visados concedidos, tanto para obras nuevas como para rehabilitaciones
y ampliaciones, alcanzando el total de 43.703 y creció un 19,3%
en lo que va de año en comparación con el mismo período
del año anterior.
En cuanto a
los certificados fin de obra (viviendas terminadas) cabe destacar el incremento
interanual del 20,6% en los cuatro primeros meses del año, con un
comportamiento del mes de abril al alza por cuarto mes consecutivo alcanzando
los 8.474 viviendas desde las 5.397 terminadas el mes de enero.
En valores
absolutos, el total de certificados fin de obra concedidos por los colegios
de arquitectos técnicos que va de año hasta abril, es de
28.754 viviendas.
AUMENTA LA
FINANCIACIÓN PARA LA COMPRA DE VIVIENDAS
El número
de hipotecas inmobiliarias concedidas sobre viviendas en Cataluña
en los cinco primeros meses del año aumenta un 10,4% en comparación
con el mismo periodo de 2020 logrando la cantidades de 27.841 operaciones
firmadas con un capital constituido de 4.431.219 miles de euros. Mientras
que el número de operaciones aumenta, el importe de los mismos es
un 15% inferior a las operaciones de un año atrás.
En el conjunto
de España, la evolución tanto del número de hipotecas
concedidas para la compra de vivienda como el capital prestado, ha disfrutado
de incrementos significativos. En valores relativos las hipotecas han crecido
hasta el mes de mayo un 8% interanual y un7,2% lo ha hecho el importe concedido,
el equivalente a unas cantidades en valores absolutos de 163.185 operaciones
y un capital prestado de 21.944.543 miles de euros. Un incremento de la
financiación que se atribuye a la recuperación de la confianza
de la mejora de las condiciones económicas y la mejora del empleo.
BAJA EL EURIBOR
HASTA EL -0,484% EN JUNIO
El índice
EURIBOR, que es utilizado como principal referencia para fijar el tipo
de interés de los préstamos hipotecarios concedidos por las
entidades de crédito españolas, baja en junio hasta el -0,484%.
Tomando como referencia los últimos doce meses, el índice
registra un descenso de -0.337 puntos y de 0,003, respecto al mes anterior
AUMENTAN LAS
VENTAS DE LA OBRA NUEVA EN EL PRIMER TRIMESTRE
Con datos del
primer trimestre del año, la demanda de viviendas en Cataluña
muestra un incremento del 2,8% interanual, impulsado por el repunte de
las ventas de viviendas nuevas.
El ritmo del
total de compraventas registradas al primer trimestre por provincias es
muy heterogéneo, oscilando entre la leve disminución de la
provincia de Barcelona (-0,2%) al incremento de la provincia de Lleida
(+ 25,7%). El total de operaciones realizadas en Cataluña, ha sido
de 20.470, de las que 3.706 corresponden a compraventas de obra nueva y
16.764 a segunda mano.
El ritmo de
crecimiento de las compraventas de viviendas nuevas repunta en Cataluña
con un + 11,3% en comparación con el primer trimestre de 2020. El
ritmo ascendente se produce en todas las provincias con la excepción
de la provincia de Barcelona que en términos absolutos alcanza la
cantidad de 2.447 ventas y en términos relativos muestra una ligera
disminución del 1,5%. Es significativo el crecimiento en el primer
trimestre, de las ventas de viviendas nuevas en las provincias de Tarragona
(+ 93,9%) y Lleida (78,9%) aunque en valores absolutos Lleida presenta
el menor numero de operaciones ( 331 transacciones) mientras que Tarragona
se sitúa en segunda posición (473) seguida de Girona (455).
En el mismo
periodo el conjunto de España el repunte de las compraventas de
viviendas nuevas ha sido aún más pronunciado (+ 21,3%), casi
diez puntos por encima del incremento en Cataluña.
Las operaciones
de compraventas de viviendas usadas en Cataluña han seguido también
una trayectoria ascendente aunque muy escasa y ayudada principalmente por
el comportamiento de la venta de vivienda usada en la provincia de Lleida
(+ 15%). En valores absolutos, se registraron en el primer trimestre del
año un total de 16.764 operaciones, lo que supone un incremento
del 1%.
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