No obstante,
en marzo de 2014, Marme Inversiones 2007 se declaró en concurso
de acreedores, proceso que sería aprobado por el Juzgado en octubre
de 2015 y tras lo que se inició un plan de liquidación coordinada.
Desde entonces, se han presentado innumerables recursos, como el de Santander
por ejercer su derecho de tanteo que más tarde sería retirado.
Una de las
claves está en que Santander ha retirado un recurso que amenazaba
con eternizar el concurso. Así, el banco decidió presentar
un escrito alegando que el plan de liquidación de Marme no estaba
teniendo en cuenta su derecho de tanteo, tal y como adelantó este
medio.
Junto a ello,
Santander contrató a Goldman Sachs para buscar ofertas que se amoldaran
más a sus intereses.
Según
fuentes financieras próximas al proceso, uno de los mayores interesados
es Blackstone, el ‘hedge fund’ estadounidense que se ha convertido en el
mayor socio inmobiliario del Santander tras la compra de la mitad de la
cartera de activos tóxicos. El fondo estadounidense negocia los
últimos flecos para presentar una oferta por los edificios donde
el banco acoge a cerca de 7.000 empleados, incluido el despacho de la presidenta,
Ana Botín. Según las mismas fuentes, Blackstone está
debatiendo si acude a la subasta en solitario o si lo hace de la mano del
resto de acreedores que en 2008 respaldaron la compra de la Ciudad Financiera.
Entre ellos,
destacan la presencia de ING, HSH Nordbank, CaixaBank y Bayeriche Landesbank,
que hace 10 años concedieron un crédito de 1.575 millones
de euros a Propinvest para hacerse en forma de 'lease back' con el mayor
activo inmobiliario del Santander. En aquel préstamo también
estaban Deustche Postbank, Royal Bank of Scotland y Raffeisen Zentralbank,
que desde 2011, cuando el propietario empezó a reconocer que no
podía hacer frente a la deuda, comenzaron a vender a fondos su participación
en el préstamo con fuertes descuentos sobre el importe nominal.
Uno de los
que compraron esa deuda es el propio Blackstone, junto con otros fondos
similares como Centerbridge y Avenue Capital. Según otras fuentes,
estos inversores están sondeando seriamente presentar de forma conjunta
una oferta el próximo 17 de septiembre, fecha en la que los interesados
deben retratarse ante el juez. Ese día es el que se ha fijado para
que se cursen las propuestas vinculantes por la totalidad de los activos.
De no haber ninguna, hecho que no se espera, se procedería al troceo
de la Ciudad Financiera y a la venta parcial.
Uno de los
que compraron esa deuda es el propio Blackstone, junto con otros fondos
similares como Centerbridge y Avenue Capital
Según
estas fuentes, Blackstone es ahora el principal candidato, después
de que en los últimos dos años dos grupos árabes hayan
puesto encima de la mesa ofertas tentativas que nunca llegaron a buen puerto
por las trabas judiciales y las reclamaciones de algunos de los acreedores,
como el iraní Robert Tchenguiz. El inversor, con numerosas propiedades
inmobiliarias en Londres y conocido por su vida ociosa, fue otro de los
que aprovecharon la quiebra de Proinvest para adquirir deuda a derribo
y convertirse, por tanto, en acreedor destacado. No obstante, sus problemas
con la Justicia —llegó a ser arrestado— le han descartado para hacerse
con la totalidad de la Ciudad Financiera.
Según
el periódico Expansión, el dominio de Blackstone en el mercado
español es ahora incuestionable. Desde 2012 el fondo norteamericano
ha adquirido cerca de 20.000 millones de euros en ladrillo en España
y es propietario de varios vehículos cotizados, así como
de algunas de las principales gestoras del país. Con esta cifra,
que representa el 20% de los 100.000 millones que tiene invertidos en todo
el mundo Blackstone Real Estate, la firma sería el mayor gestor
privado de activos inmobiliarios, sumando inmuebles y carteras de créditos
hipotecarios.
La primera
incursión de Blackstone en este mercado en España fue la
adquisición a Sabadell el pasado verano de HI Partners por 630 millones
de euros. A través de esta plataforma, Blackstone tiene 17 hoteles
en España y más de 4.500 habitaciones. Opa por Hispania Unos
meses después de esta adquisición, la firma de inversión
americana se lanzaba a por Hispania, la Socimi española especializada
en hoteles gestionada por Azora, que suma 46 activos y cerca de 13.150
habitaciones en España. Blackstone aterrizó en la Socimi
el pasado mes de abril tras comprar al empresario de origen húngaro
George Soros su participación del 16,56% en la compañía.
El fondo lanzó poco después una oferta pública de
adquisición (opa) por el 100% de la compañía. Tras
la operación, que valoraba la Socimi en 1.990 millones de euros,
el fondo controla casi el 91% de Hispania. Además de los hoteles,
Hispania cuenta con 25 edificios de oficinas, con un valor de mercado de
más de 600 millones, y activos residenciales por 230 millones de
euros, que también forman parte de los activos del fondo. Los planes
de Blackstone, que excluirá de Bolsa la Socimi, pasan por poner
en marcha una gestión activa de la cartera hotelera y residencial
de Hispania.
Respecto a
la cartera de oficinas el fondo no descarta su venta si encuentra oportunidades
en el mercado. Blackstone es también uno de los actores protagonistas
del sector logístico. El fondo controla actualmente un 10% de la
plataforma paneuropea Logicor, que en España gestiona aproximadamente
1,2 millones de metros cuadrados de superficie logística. Blackstone
vendió en junio de 2017 a China Investment Corporation (CIC) Logicor
por 12.220 millones y seis meses después recompró el 10%
restante al gigante chino. Adicionalmente, el pasado julio, el fondo compró
a la Socimi Lar cinco naves, con una superficie total de 162.000 metros
cuadrados, y un terreno en Cheste con 182.000 metros cuadrados, por casi
120 millones de euros. La última compra realizada por el fondo fue
la sede de Planeta, ubicada en la avenida Diagonal de Barcelona, que adquirió
a la familia Lara por 210 millones de euros. El complejo cuenta con una
superficie total de 27.000 metros cuadrados, de los cuales 25.000 están
alquilados a Planeta y a otros inquilinos.
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