La salvación
estaba en la operación Chamartín y en sus cuentas anuales
de 2014 reseñaba un acuerdo con la sociedad al frente del proyecto,
Duch (Distrito Castellana Norte), participada en un 75% por BBVA, y el
resto por el grupo San José, por el que la empresa privada "se obliga
a satisfacer a las Entidades Públicas [Adif y Renfe Operadora] un
canon monetario de 984,2 millones de euros a abonar en 20 años con
un interés del 3% anual", además de un canon en especie consistente
en 100.000 metros cuadrados de uso residencial sujeto a protección
pública. Adif estima que de la cantidad total percibiría
1.046,5 millones de euros, siendo esta una cantidad máxima, dependiendo
de que en las correspondientes reparcelaciones urbanísticas no se
reconociera a Adif la propiedad de alguna superficie.
Urbanísticamente,
corresponde al pleno del Ayuntamiento de Madrid la aprobación del
Plan Parcial de Reforma Interior.
El anterior
equipo del partido popular redactó el plan, pero no lo aprobó,
por entender, declaró poco antes de la celebración de las
elecciones municipales del pasado mes de mayo, que debía ser la
nueva Corporación resultante la que diera su visto bueno definitivo.
La ministra
de Fomento, Ana Pastor, ha pedido en los desayunos de Nueva Economía
Fórum que el ayuntamiento se pronuncie oficialmente sobre el proyecto
Distrito Castellana Norte de Madrid.
ANTECEDENTES
2 de septiembre
de 2015
NOTICIA
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¿POR
QUÉ NO SALEN LAS CUENTAS DE LA OPERACIÓN CASTELLANA-CHAMARTÍN?
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com del urbanismo de Madrid.
La Operación Castellana-Chamartín implica una inversión
privada de 5.000 millones de euros y después de negociarse, ahora
se pretende un "coste cero" para el Ayuntamiento de Madrid a pesar de quedarse
con suelo para vivienda social. Se refiere a 3.114.000 metros cuadrados
implica una inversión de 6.000 millones, de los cuales 5.000 corresponden
a la iniciativa privada. De esa cantidad, 3.500 millones se destinan al
sector residencial y terciario, 1.300 millones a infraestructuras y 1.100
a equipamientos públicos. En materia de infraestructuras, implica
la remodelación integral del nudo norte de la M-30 y la del nudo
M-40 norte, el cubrimiento de las vías de ferrocarril y actuaciones
en Metro. El desarrollo contempla más de 17.000 nuevas viviendas.
Por si fuese poco, también hay desconcierto con la interpretación
judicial del proyecto, en concreto la sentencia del Tribunal Superior de
Justicia de Madrid que invalida la posibilidad de construir rascacielos
y que se recurrirá al Supremo. Realmente la vía judicial
tiene pocas posibilidades, por lo que más tarde o más temprano
se reformará la ley del suelo de Madrid para retirar la limitación
de 3 alturas que introdujo Aguirre.
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prácticas
El problema
fundamental son los costes municipales que son imprescindibles colegios,
centros de mayores o centros de atención sanitaria que hay que costear
pero que de hacerlo conllevaría recortes de gasto municipal de entre
el 15 y el 20% este año.
De no aprobarse
esta operación se perderán miles de puestos de trabajo y
la posibilidad de armonizar conjuntamente el urbanismo de la zona norte
de Madrid. Desde la Comunidad Autónoma están dispuestos a
cambiar la ley del suelo para que sea posible, pero sin el apoyo municipal
es imposible.
Se estima
que la operación costaría al ayuntamiento 1.000 millones
de euros lo que afectaría de lleno a la obra social que prevé
hacer. Además el ayuntamiento pone en duda la necesidad de otras
17.000 viviendas en la capital. Otro inconveniente son las 2.200 alegaciones
de los vecinos que hay que responder.
Y además
el problema del plazo del contrato de venta de los terrenos de ADIF a Distrito
Castellana Norte que expira 31 de diciembre de 2016, con tres meses más
para buscar un nuevo acuerdo, según ADIF.
El Distrito
Castellana Norte abarcaría más de tres millones de metros
cuadrados, un tercio de los cuales pertenecen a la empresa pública
de infraestructuras ferroviarias. En esos terrenos se construirá
una zona de negocios pegada a las Cuatro Torres de Madrid y se incluirá
una amplia zona residencial, además de soterrar las vías
de la estación de Chamartín, entre otras operaciones urbanísticas.
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