Inés Esteve, otra de las responsables del proyecto, señaló que en la actualidad hay 1.800 inmuebles con esta categoría, con lo que ahora se actualizará si los técnicos consideran que contienen elementos arquitectónicos interesantes.

En cuanto a las dotaciones, Sarrià comentó que se tratará de ganar zonas verdes, aunque destacó sobre todo los espacios públicos, principalmente en esas unidades de ejecución. Algo que se quedará fuera del documento serán las infraestructuras de transporte, pero todo el planeamiento seguirá los criterios del Plan de Movilidad aprobado hace años, es decir, dar prioridad a las estrategias de peatonalización.

Todas estas cuestiones se tratarán en talleres de trabajo, grupos de debate itinerantes donde se convocará a vecinos y asociaciones. La regulación de los usos dará prioridad a las viviendas, como recordó el edil, aunque también servirá para clarificar situaciones como «oficinas que llevan décadas funcionando en plantas altas».

La situación de los apartamentos turísticos se trabaja en una normativa para toda la ciudad. Este plan especial quiere dar facilidades a las promociones de edificios completos, mientras sigue sin aclararse qué pasará con las fincas que comparten este uso con viviendas. Sarrià destacó por último que firmarán un convenio también con el Colegio de Arquitectos para un estudio acerca de los inmuebles en peor estado.

PRESENTACIÓN DEL PLAN

 “Presentamos lo que va a ser el Plan de Protección Especial del Centro Histórico –ha explicado Sarrià-, un documento largamente reclamado por profesionales, colectivos y particulares, que pretende unificar en un solo documento la gran profusión de planes (5 PEPRI –planes especiales de protección y reforma interior- y 4 planes de especial protección), así como un sinfín documentos de que dispone Ciutat Vella y que no contribuyen ni a la agilidad administrativa, ni a la revitalización, ni a la mejora del casco histórico”.

Para ello, se ha encargado al equipo técnico de la Concejalía un refundido de todas las normativas aplicadas; pero, además, se ha pedido también que el plan incluya una adaptación de las acciones “a la nueva normativa urbanística valenciana, y a los nuevos parámetros de movilidad y paisaje y de usos y servicios que debe haber en una Ciutat Vella que –ha explicado el delegado- queremos que también sea residencial y disfrutarla sus habitantes”.

Sarrià ha subrayado las características especiales de Ciutat Vella, “un espacio en el que conviven realidades muy distintas, barrios muy distintos y con tipologías que hay que armonizar”. Por ello, ha anunciado que lo que se pretende es que el nuevo Plan Especial “sea elaborado con un alto grado de participación ciudadana”. Obviamente, en su momento, una vez el plan esté aprobado de manera provisional, será sometido a exposición pública, como es pertinente, un proceso de alegaciones y participación pública reglado. “Pero antes de hacer esa propuesta –ha incidido el concejal- queremos que haya una profunda implicación de la ciudadanía y de todos los colectivos de Ciutat Vella”.

Por eso, la iniciativa que se ha presentado hoy es, precisamente, el programa de acciones y talleres programados, el mecanismo previsto para que las asociaciones de vecinos, los colectivos, y los ciudadanos y ciudadanas a título individual, “puedan hacer sus aportaciones, sus propuestas a un documento que será muy importante para la revitalización y rehabilitación de Ciutat Vella”.