No obstante,
las ingenierías advierten de la importancia de no agotar este año
la cartera existente de proyectos, pues provocaría que un sector
como la ingeniería experimentara su particular periodo de recuperación
en forma de “W” o en “VL”, es decir, un repunte de actividad para luego
volver a caer y sin garantías de tener una segunda recuperación
rápida. Es necesario mantener activa a la ingeniería para
renovar la cartera de proyectos y que en el medio plazo se puedan seguir
ejecutando obras.
Las ingenierías
temen que las alarmantes previsiones de deuda y déficit que se ciernen
sobre la economía española obliguen a acometer nuevos recortes
presupuestarios que, a su vez, impidan realizar las inversiones necesarias
para la ejecución de algunas actuaciones pendientes en infraestructuras.
Para evitarlo, abogan por la colaboración pública-privada
para obtener los recursos necesarios para llevarlas a cabo, entendiendo
que buena parte de las ayudas que reciba España del anunciado fondo
europeo irán dirigidas al ámbito social y sanitario.
En este sentido,
Fidex recuerda que hay más de 800 actuaciones pendientes prioritarias,
sin olvidar las inversiones necesarias para la adaptación de la
red viaria y ferroviaria al cambio climático, puesto que alrededor
del 50% podría verse afectada por fenómenos climatológicos
extremos.
Además,
las ingenierías recuerdan cómo actualmente entidades como
ADIF o AENA están inmersas, ya desde antes de la actual crisis,
en importantes planes estratégicos. En el caso del gestor aeroportuario,
su plan 2022-2026 contempla las ampliaciones de los aeropuertos Adolfo
Suárez y El Prat, si bien la actual situación parece que
demorará los plazos previstos. A su vez, el ente ferroviario está
configurando su estrategia hasta 2030, que tendrá un impacto en
las infraestructuras de tránsito; de hecho, ya está abordando
la reforma y ampliación de las estaciones de Chamartín y
Sants.
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