Para reducir a un código los términos de los contratos inteligentes deben poder articularse de manera precisa (es decir, la fórmula "si X sucede, entonces haga Y"). Es probable que esto signifique que el marco de contrato inteligente tendrá dificultades para hacer frente a contratos más complejos, incluso cuando exista un elemento de juicio humano requerido.

Las transacciones de bienes inmuebles a menudo son más complejas y contienen múltiples condiciones previas que deben cumplirse antes de que se transfiera la propiedad de la propiedad o se transfiera el precio de compra. 

Los acuerdos, donde la adopción de una planificación espacial detallada específica o la construcción de un edificio por parte del vendedor en los términos acordados, es el requisito previo para la transferencia de la propiedad y el pago del precio de compra, son ampliamente utilizados. 

Incluso si el contrato inteligente puede verificar el hecho de que se ha adoptado una planificación espacial detallada (es decir, un acto administrativo respectivo del ayuntamiento) y el hecho de emitir el permiso de ocupación (registro en el registro de construcción), la tecnología de contrato inteligente aún no puede identificar el contenido específico de la planificación espacial detallada (es decir, ciertas condiciones de uso del suelo y construcción, como la altura del edificio, el área de proyección del terreno, el estacionamiento especificado o las condiciones de accesibilidad) o la calidad del trabajo de construcción. 

Como comentario aparte, algunos comentaristas han señalado que los contratos tradicionales contienen una serie de conceptos, como "buena fe" o "esfuerzos razonables", que serán difíciles de traducir en un marco de contrato inteligente. Si bien estos conceptos pueden servir para un propósito útil en los contratos relacionales a largo plazo.

¿CÓMO SE ASEGURARÁN LAS PARTES DE QUE EL CONTRATO DIGA LO QUE QUIEREN?

Muchas empresas confían en sus equipos legales para explicar y confirmar lo que "significan" sus contratos. Sin embargo, los contratos "analógicos" actuales al menos todavía están escritos en algo parecido al lenguaje normal. Con los contratos inteligentes, ¿cómo podrán las partes sentirse cómodas de que la versión final refleje con precisión sus intenciones?

La pregunta que surge es si el código de contrato inteligente y la versión en lenguaje natural no coinciden, ¿qué versión prevalece?

Estrictamente hablando, el código de contrato inteligente será lógicamente el documento de control (ya que estos son términos que realmente se ejecutarán). 

Si los tribunales tuvieran que considerar esto, ¿realmente decidirían que la versión en lenguaje natural del contrato es el documento que realmente representa mejor las intenciones de las partes, particularmente si este es el documento que ha sido utilizado por las partes durante sus negociaciones?

¿QUÉ PASA SI HAY UN ERROR EN EL CONTRATO?

A menudo se cometen errores en los contratos. Para los contratos tradicionales, existe la doctrina legal del error que determinará si dicho error será rectificado o no por los tribunales (y, por supuesto, las partes siempre pueden acordar cambiar un contrato tradicional antes de que se haya realizado).

Con contratos inteligentes, esta área es más difícil. Una vez que se acuerda un contrato inteligente, se establece de manera efectiva en la cadena de bloques y está destinado a ejecutarse automáticamente, dejando a las partes con poco margen para modificar el contrato en una etapa posterior. Sin embargo, esto puede resolverse más fácilmente cuando se utiliza una cadena de bloques autorizada a pequeña escala que establece un procedimiento específico para resolver disputas. 

La Due Diligence Será Específica Para Contratos Inteligentes (Smart Contracts)

Con estos nuevos tipos de contratos que combinan la ley y el código, también puede ser necesario un nuevo tipo de due diligence que garantice que los riesgos legales y técnicos se planifiquen y mitiguen.