La viceconsejería
de Vivienda apuesta por una novedosa tercera vía que espera haga
de puente entre la propiedad y la renta: la oferta de suelo a una sociedad
de residentes para que ellos levanten pisos de protección oficial
en los que podrán residir toda su vida, incluso trasmitírselas
a sus hijos, pero sin pagarlas por adelantado, sino mediante un canon mensual.
A cambio, nunca
podrán venderlas en el mercado libre sino a la propia mutualidad,
que será siempre titular última del suelo y del inmueble.
Son las denominadas
cooperativas en cesión de uso, basadas en el modelo Andel, creado
en Dinamarca y que gestiona ya 125.000 viviendas.
El socio de
esta entidad dispone sólo del derecho de uso, no de la propiedad.
En cuanto a
la compra por 3,7 millones de euros de una parcela de 9.000 metros cuadrados
en el barrio donostiarra de Txomin Enea para promover el proyecto piloto.
Se podrán
levantar 116 pisos bajo esta figura, contemplada en la Ley de Vivienda.
En este año, la viceconsejería de vivienda abrirá
un concurso de selección de cooperativas para desarrollarlo.
La idea es
que este organismo se regule internamente para asumir el coste de la compra
del suelo al Gobierno vasco y los costes de construcción. Una parte
la obtendría de las cuotas iniciales a abonar por hacerse socio,
«que ellos mismos fijarán», y el resto mediante una
«financiación privada a largo plazo». Su amortización
se iría recuperando en los años posteriores mediante el canon
mensual, que también incluiría los gastos de conservación
o mantenimiento de una comunidad de vecinos normal.
La cooperativa,
por lo tanto, no desaparecería tras la inauguración del edificio,
como ocurre ahora con las privadas, sino que mantendría siempre
su gestión y el Gobierno vasco velará porque nunca se puedan
vender los pisos.
Arriola reconoció
que este modelo está destinado a un sector de población concreto:
el que supera los baremos de Etxebide para acceder a una vivienda de protección
oficial y al que sus ingresos no le permiten optar al mercado libre.
Se pretende
introducir fórmulas que faciliten el acceso a la vivienda a las
personas en función de sus condiciones económicas y sociales
sin que tengan que estar atadas para siempre a un piso.
Esta medida
–unida a la de los cupos que Vivienda establecerá en las promociones
públicas–, busca garantizar que haya tipologías diversas
y evitar la creación de guetos.
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