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MODIFICACIÓN DE LA CIRCULAR 14/2016, DE 26 DE JULIO, SOBRE REQUISITOS
Y PROCEDIMIENTO APLICABLES A LA INCORPORACIÓN Y EXCLUSIÓN
EN EL MERCADO ALTERNATIVO BURSÁTIL DE ACCIONES EMITIDAS POR EMPRESAS
EN EXPANSIÓN Y POR SOCIEDADES ANÓNIMAS COTIZADAS DE INVERSION
EN EL MERCADO INMOBILIARIO (SOCIMI)
¿Qué
son las SOCIMIs en Desarrollo?
Este segmento
de negociación del mercado alternativo bursátil está
operativo desde el 15 de febrero de 2013, fecha en la que entró
en vigor la Circular 2/2013 que regula el régimen aplicable a las
SOCIMIS en su incorporación al Mercado.
Se ha creado
un nuevo segmento y son las “SOCIMIs en Desarrollo”. Esta nueva figura
viene regulada en la Circular 20/2016 del MAB.
Aquellas SOCIMIs
o sociedades extranjeras equiparables de nueva incorporación que
cuenten con menos del 70% del valor de mercado de su activo invertido,
directa o indirectamente, en bienes inmuebles de naturaleza urbana destinados
al arrendamiento se integrarán en un sub-segmento denominado “SOCIMI
en Desarrollo”.
Las “SOCIMIs
en Desarrollo” son aquellas SOCIMIs que tengan más del 30% de sus
activos en suelo o en liquidez (sin invertir). Este nuevo sub-segmento
atraerá a aquellas empresas que dispongan de suelo urbano finalista
–con permisos– para construir edificios en arrendamiento. Con esto de fondo,
se espera que una nueva figura, los promotores, creen este tipo de sociedades
por sus ventajas fiscales a la vez que ofrece transparencia a los posibles
inversores.
Se marca la
diferencia entre aquellas SOCIMIs que tienen prácticamente la totalidad
de sus activos puestos en alquiler y las que, por distintos motivos, no
cuentan en su balance con activos disponibles para alquilar en un periodo
de tiempo significativo.
Estas SOCIMIs
en desarrollo se constituyen con el objetivo de “desarrollar producto”,
es decir, promover la construcción de inmuebles para su posterior
arrendamiento. Esta situación hará que en el periodo comprendido
desde la compra del suelo-solar hasta que el inmueble quede construido
y pueda ponerse en alquiler, no se generen ingresos, con el consiguiente
impacto en el reparto de dividendos, que no se producirá en el corto
plazo.
Sin embargo,
estas SOCIMIs en desarrollo permiten al inversor participar prácticamente
en todo el ciclo económico del producto: compra del solar, construcción
del inmueble y puesta en alquiler.
Este sub-segmento
de Socimi es un magnífico vehículo para todos aquellos inversores
que siempre han buscado, pero no han podido, participar de los posibles
beneficios que los promotores han tenido con el desarrollo inmobiliario.
A esta posibilidad se une además un importante y significativo atractivo
adicional para la SOCIMI: las plusvalías generadas durante este
periodo -desde la compra del solar hasta la venta del inmueble- tributan
al cero por ciento en el impuesto de sociedades lo que permite garantizar,
conforme al cumplimiento de la ley de SOCIMI, el reparto en forma de dividendos
de al menos el 50% de esa plusvalía en el momento de la venta.
Es fundamental
saber y entender también que los asuntos relacionados con la construcción
y urbanismo no son tan predecibles y estables como los de los inmuebles
ya construidos y puestos en alquiler. Las SOCIMIs en desarrollo podrían
encontrarse con problemas administrativos de distinta índole, retrasos
en las obras, desviaciones presupuestarias, etc. Por lo tanto, aunque es
cierto que probablemente se puede esperar una mayor rentabilidad de estas
nuevas sociedades (SOCIMIs en Desarrollo), también lo es que ésta
está asociada a la asunción de un mayor riesgo.
RECUERDA
El cambio normativo
ha permitido crear un sub-segmento denominado Socimi en Desarrollo, que
incluye principalmente terrenos para la promoción de inmuebles en
alquiler. Con este tipo de socimis, los inversores pueden controlar y beneficiarse
de toda la cadena de valor: desde la compra de suelo finalista hasta el
alquiler del inmueble.
LAS SOCIMI
EN 2017
En 2017, son
tres las socimis que han incluido terrenos entre sus activos en cartera,
frente a una en 2016. Su valor de mercado se sitúa en 440 millones
de euros, que representa el 3,6% de la valoración total de los activos
de las 44 socimis.
El Mercado
Alternativo Bursátil (MAB) ha registrado 17 nuevas socimis, sumando
entre sus filas a 44 sociedades de este tipo. Esta es la mejor cifra desde
que en 2013 se estrenara la nueva regulación de estas sociedades
cotizadas de inversión inmobiliaria, que a día de hoy acumulan
activos por valor de 12.221 millones de euros, un 59% más que un
año antes, gracias a las nuevas incorporaciones.
Pero el año
cerrará con una lista más amplia, ya que este miércoles
se incorporará la sociedad P3 Logistics Park, que controla el fondo
soberano de Singapur, GIC.
Las 17 socimis
que se han ido incorporando a lo largo de este año suman inmuebles
valorados en más de 4.566 millones de euros, lo que supone más
de un tercio del valor total de los activos de todas las socimis que cotizan
en el MAB y que cuentan con una capitalización media de 155 millones
de euros, según los datos presentados el martes por Armabex.
"Actualmente
estamos trabajando con otras 17 sociedades", explica Antonio Fernández,
presidente de Armabex, que prevé que 2018 sea todavía más
activo en la expansión de las socimis. "La tendencia de este tipo
de sociedades va hacia la especialización, ya sea por zona geográfica,
por tipo de inquilino o de inmueble", asegura el experto, que destaca que
las viviendas y las oficinas son los activos predominantes en las socimis
que ya cotizan en el MAB. Así, de las 44 sociedades, 31 de ellas
cuentan con oficinas y viviendas entre los inmuebles disponibles para alquiler
y su valor de mercado representa el 42% del total.
"El buen ritmo
de crecimiento de las socimis pone de manifiesto la recuperación
del sector inmobiliario y la confianza de los inversores en el mercado
de alquiler como una de las opciones con más recorrido para las
inversiones inmobiliarias", explica Fernández, que cree muy relevante
"la fuerte apuesta que siguen haciendo los No Residentes en este tipo de
vehículos y que suponen más de 47% de las socimis constituidas".
EL PROBLEMA
DEL NÚMERO DE ACCIONISTAS
Muchas familias
patrimonialistas que quieren utilizar este formato, que cuenta con una
serie de ventajas como el no tributar por el impuesto de Sociedades, tienen
que esforzarse por cumplir los requisitos de accionistas minoritarios para
poder incorporarse al MAB. Así, estas sociedades deben tener al
menos 2 millones de euros de su capital repartido entre más de 20
accionistas, que a su vez ni pueden superar el millón de euros,
ni quedarse por debajo de los 10.000 euros. Asimismo, no computan en esta
lista los familiares del accionista de referencia que se encuentren en
tercera línea de consanguinidad. "Actualmente hay bastante interés
por parte de inversores dispuestos a aportar capital en estas sociedades,
el problema es encontrar 20", explica Fernández.
ANTECEDENTES
14 de febrero de 2017
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
¿QUÉ
SON LAS “SOCIMIS EN DESARROLLO”?
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en la guía práctica inmoley.com de Inmobiliarias patrimonialistas
y SOCIMI, y guía del director de suelo.
Convertir
conocimiento en valor añadido > Herramienta práctica >Guías
prácticas
Los alumnos
deberán remitir a su tutor un análisis sobre las ventajas
de las socimi en desarrollo para grandes propietarios de suelo.
El Mercado
Alternativo Bursátil (MAB) ha creado un subsegmento para una nueva
figura llamada “socimis en desarrollo”, destinado a aquellas que tengan
más del 30% de sus activos en suelo o en liquidez. Se considerarán
socimis en desarrollo a todas aquellas que tengan más del 30% de
sus activos en caja –sin invertir– o en suelo. 30% como mínimo del
valor de los activos deben ser suelos o recursos sin invertir para que
la socimi sea considerada en desarrollo.3 años de plazo para terminar
la obra y así no perder las ventajas del régimen fiscal de
las socimis. En esta figura encajarán sobre todo aquellas empresas
que dispongan de suelo urbano finalista –con permisos– para construir edificios
en arrendamiento. Ahí es donde se espera que puedan aparecer nuevos
actores, los promotores, que hasta ahora han estado ajenos a esta figura
a la que principalmente se han acogido las inmobiliarias patrimonialistas.
“Pueden comprar suelo, construir y, por ejemplo, destinar una parte a viviendas
de alquiler, donde más fácilmente van a encontrar ayuda de
los bancos para encontrar inversores. Además de beneficiarse de
no tributar por las plusvalías que consigan”, afirma Fernández.
Si una socimi
vende una parte significativa de sus activos (superior al 30% del valor)
pasará a ser considerada en desarrollo hasta que no vuelva a invertir.
Dos veces al año estas sociedades podrán cambiar de segmento.
Este subsegmento
de Socimi es un magnífico vehículo para todos aquellos inversores
que siempre han querido, pero no han podido, participar de los posibles
beneficios que los promotores han tenido con el desarrollo inmobiliario,
si bien presentan un importante y significativo atractivo adicional: las
plusvalías generadas durante este periodo -desde la compra del solar
hasta la venta del inmueble- tributan al cero por ciento en el impuesto
de sociedades lo que permite garantizar, conforme al cumplimiento de la
ley de Socimi, el reparto en forma de dividendos de al menos el 50% de
esa plusvalía en el momento de la venta.Además, hay otros
aspectos sustancialmente diferentes con respecto a las socimis clásicas.
Entre ellos, destaca el efecto directo sobre el reparto de dividendos por
la ausencia de ingresos, al menos, durante el periodo que duran los desarrollos.
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