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11 de enero de 2016
 
NOTICIA ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. ©
ROBOTS PARA LA EDIFICACIÓN. EL ROBOT ALBAÑIL
¿Qué aprendo?
Se analiza en la guía práctica inmoley.com de la robótica en la edificación. Robots edificadores capaces de colocar tres veces más ladrillos que un albañil. Los creadores de nuevo robot albañil dicen que su objetivo es aprovechar los trabajos humanos, no reemplazar por completo a los mismos. SAM y un albañil humano trabajan juntos. SAM coloca repetitivamente ladrillos, dejando los últimos toques detallados al albañil. SAM - abreviatura de semi-automatizado albañil - es un albañil robótico que se utiliza para aumentar la productividad, y que ya funciona con albañiles humanos. En este equipo humano-robot, el robot se encarga de las tareas más rutinarias: recoger ladrillos, la aplicación de mortero, y colocarlos en su lugar designado. Un ser humano se encarga de las actividades más matizadas, como la creación de la obra, por la que coloca ladrillos en las zonas más difíciles, tales como esquinas y detalles estéticos como limpiar el exceso de mortero.
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Incluso en la realización de tareas repetitivas, SAM todavía tiene que ser bastante adaptable. Es capaz de completar el trabajo y el grado preciso mientras que está montado en un andamio que se balancea ligeramente en el viento. El robot puede corregir las diferencias entre las especificaciones de construcción teórica y lo que es en realidad en el lugar, dice Scott Peters, cofundador de la Construcción Robotics, una empresa con sede en Victor, Nueva York, que diseñó SAM como su producto debut.

"En la construcción, el diseño va a decir que una ventana se encuentra exactamente 30 pies de distancia de la esquina de un edificio, y en la realidad cuando llegue al edificio, nada es lo que tenía que ser", dice Peters. "Los albañiles saber adaptarse a eso, así que tuvimos que diseñar un robot que sabe cómo hacer eso también."

En su actual versión, el sistema es el más adecuado para trabajar en grandes franjas de paredes planas, se encuentra más comúnmente en proyectos de universidades, hospitales y otros sitios de gran tamaño. 

El robot es capaz de hacer todo esto usando un conjunto de algoritmos, un puñado de sensores que miden los ángulos de inclinación, velocidad y orientación, y un láser. El láser está situado entre dos polos en los lados extremos izquierdo y derecho del espacio de trabajo del robot, y se mueve hacia arriba y hacia abajo la pared como el trabajo avanza para actuar como punto de anclaje para el robot. Sin esto, el robot no sabría exactamente dónde colocar el ladrillo, o la forma de evaluar su movimiento en el andamio en relación con donde la pared es.

Peters dice que el propósito de SAM es aprovechar los trabajos humanos, no reemplazar por completo al albañil humano, que puede poner entre 300 y 500 ladrillos al día, mientras que SAM puede poner alrededor de 800 a 1,200 ladrillos al día.  

También en la familia de los trabajadores de la construcción del robot hay una máquina-australiana diseñada llamado Adriano, que puede construir supuestamente una casa hecha de 15.000 ladrillos en unos dos días. Adriano, sin embargo, es todavía un prototipo, mientras que la construcción Robotics hará su primer lanzamiento comercial limitado de SAM en el otoño. Tres unidades están a la venta, cada uno con un precio alrededor de medio millón de dólares. Con este costo en mente, Peters destaca que este tipo de sistema tendrá el mayor retorno de la inversión en grandes proyectos comerciales.
 

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