Rabanales
Plaza toma el relevo del proyecto que la empresa Duprocom intentó
acometer en el plan parcial I-2 (ampliación sur de las Quemadas),
con acceso directo a la Autovía de Andalucía. A la empresa
se le echó la crisis económica encima y las obligaciones
urbanísticas eran muchas.
Para construir
aquel centro comercial, de 36.000 metros cuadrados techo, era necesario
invertir previamente 25 millones de euros en urbanización de suelos,
lo que quedaba fuera de opciones realistas para cualquier empresa. La adquisición
de la parcela de Rabanales 21, llamada con el nombre administrativo de
IDR-4, elimina esos costes previos y suponbe un acceso directo al suelo,
previa tramitación del cambio del Plan General de Ordenación
Urbana.
El proyecto,
que lleva por nombre «Rabanales Plaza», requiere para su puesta
en marcha una previa innovación del PGOU debido a que los suelos
donde se asentaría necesitan tener la calificación de uso
comercial, y no como zona de producción fabril con un porcentaje
de I+D, como ocurre en este momento.
El 21 de enero
pasado el Pleno aprobó inicialmente esta modificación del
planeamiento. Nadie votó en contra. Ni siquiera IU, hoy al frente
de Urbanismo. El avance salió adelante con los votos a favor de
los concejales del PP y con la abstención de UCOR, IU y el PSOE.
Estas dos últimas formaciones expresaron ciertas reticencias, pero
no se opusieron.
A partir de
ahí se abrió un periodo de alegaciones que fue aprovechado
por Comercio Córdoba y la Federación de Asociaciones Vecinales
Al-Zahara para mostrar su rechazo al proyecto, calificándolo de
especulativo. Paralelamente, la Dirección General de Comercio de
la Junta debía emitir un informe preceptivo y vinculante sobre el
impacto de esta gran superficie.
La innovación
del PGOU es un paso imprescindible antes del inicio de la construcción
del «Rabanales Plaza». Los promotores entienden que cuentan
con todos los informes necesarios para que el Consejo Rector de la Gerencia
pueda aprobar el proyecto en septiembre, y así, a continuación,
sea el Pleno el que se pronuncie. De esta forma, se podría cumplir
su cronograma, que pasa por empezar las obras antes de final de año
y concluirlas en 2017.
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