El Ayuntamiento
de Barcelona frena temporalmente la construcción de 35 hoteles,
albergues y residencias de estudiantes. Proyectos como los hoteles previstos
en un palacio de la calle de Regomir, ante el mercado de Santa Caterina
o una residencia de estudiantes del consistorio junto a la estación
de Sants. Por otra parte, la capital tendrá, a corto plazo, 51 nuevos
hoteles, albergues y residencias más (36 ya estaban en obras antes
de la moratoria), en lugares tan emblemáticos como el edificio Banesto
o el de la antigua Henkel. Proyectos que sumarán casi 4.000 camas
turísticas a las 74.500 que hay actualmente.
El informe
presentado por el Ayuntamiento, recoge 51 proyectos que siguen adelante
pese a la moratoria. Entre ellos:
-
36 proyectos con licencia previa a la suspensión y que actualmentre
están en obras o en inicio. Es el caso del Hotel Rec Comtal.
- 9 proyectos
con un plazo de tramitación agotado en el anterior mandato que se
aprobarán por silencio administrativo, como el edificio Banesto
y el de Henkel .
- 6 proyectos
con certificado de aprovechamiento urbanísticos otorgado antes de
la suspensión y con licencia obtenida antes de la moratoria, entre
los que figura el Hotel Barcelona, en calle Caspe.
Otros tres proyectos
con certificado de aprovechamiento urbanístico que han obtenido
la licencia después de la moratoria. El caso más notorio
es el de la Torre Agbar, que prevé presentar su petición
de licencia el próximo mes.
El consistorio
ha presentado este viernes, cuatro meses después de dictar la polémica
moratoria de apertura de nuevos hoteles, apartoteles, pensiones, residencias
y albergues, la foto de la afectación del sector. Los 35 proyectos
que frena son 30 hoteles, tres albergues y dos residencias de estudiantes
que se concentran en el Eixample (18 casos) y Ciutat Vella (ocho). La suspensión,
en cambio, no afecta a otros 51 proyectos: 45 hoteles, cinco albergues
y una residencia, ubicados sobre todo en los mismos distritos, además
del barrio del Poblenou, en el distrito de Sant Martí.
De estos 51
establecimientos que se podrán realizar, 36 ya tenían licencia
y muchos estaban en obras antes de la moratoria; nueve prosperarán
por silencio administrativo durante el mandato del ex alcalde Xavier Trias;
y seis tenían certificado de aprovechamiento urbanístico,
que les da derecho a licencia. Entre estos seis casos no figura la torre
Agbar, que tiene certificado de aprovechamiento, pero no ha solicitado
ninguna licencia.
A raíz
de la moratoria, el Ayuntamiento ha recibido la notificación formal
de 16 recursos de promotores ante el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña
(TSJC), además de 21 alegaciones a la moratoria. Hace unas semanas,
el TSJC cuantificó en 26 los recursos contencioso administrativos
presentados.
La idea de
Urbanismo es iniciar ahora un proceso participativo que permita culminar
en marzo de 2016 con la aprobación inicial del nuevo Plan Especial
Urbanístico de Alojamientos Turísticos (PEUAT), que fije
el reparto de carga turística en la ciudad. Un proceso participativo
al que se invitará a los principales agentes implicados: sector
turístico, vecinos, comercio, restauración, sectores cultural
y deportivo, sindicatos, entidades territoriales y medioambientales.
La pretensión
del Ayuntamiento es que el PEUAT garantice el derecho a la vivienda y evite
la expulsión de vecinos de los barrios más atractivos; vele
por la convivencia entre vecinos y turistas y las condiciones socio-ambientales
del espacio público, de forma que no se produzca gentrificación.
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