LLUEVE SOBRE
MOJADO. YA SON MUCHOS DECRETOS DE ARRENDAMIENTO DE VIVIENDA CONTRA LOS
GRANDES ARRENDADORES
Los últimos
decretos aprobados por el actual Gobierno en materia de alquileres de viviendas
han penalizado de forma excesiva a los arrendadores de viviendas cuando
son personas jurídicas.
Por ejemplo,
tener que períodos de alquileres superiores de hasta siete años
con prórrogas opcionales por otros tres años más,
en lugar de los cinco años que se exigen cuando los arrendadores
son personas físicas.
También
otro perjuicio evidente que se causará a este tipo de arrendadores
se evidenciará con el paso del tiempo, al obligarles la ley actual
(si se pacta un índice de revisión) a que las actualizaciones
interanuales de rentas se referencien obligatoriamente al IPC, y en períodos
de tiempo tan largos de siete años, que es lo que pueden durar estos
arrendamientos, este índice no va a reflejar realmente la evolución
del coste de la vida y las rentas probablemente se queden desfasadas.
Otro perjuicio
real que se produce a las sociedades arrendadoras de viviendas es que el
Real Decreto las obliga a soportar los gastos de gestión y de formalización
de los contratos de arrendamiento que antes podían repercutir a
los arrendatarios; ahora tendrán que soportarlos por lo cual, es
previsible que estos gastos los repercutan en las rentas de las viviendas
que alquilen, encareciendo de nuevo los precios. La única excepción
sería para las viviendas suntuarias, que son aquellas cuya superficie
exceden de 300 m2 o de 5,5 veces el salario mínimo interprofesional,
en donde sí podrían repercutir los gastos de gestión
y formalización a los arrendatarios.
Otra limitación
cuando los arrendadores son personas jurídicas, independientemente
del número de viviendas que posean, es que deben denunciar la finalización
de los contratos a sus arrendatarios con cuatro meses de antelación,
cuando en el caso de arrendadores personas físicas, el plazo de
denuncia es de la mitad de tiempo (dos meses).
También
con anterioridad a la última reforma arrendaticia, un arrendador
ya fuere persona física o jurídica, podía recuperar
la vivienda arrendada antes de su vencimiento si le surgía una necesidad.
Pues tras la reforma las causas de necesidad desaparecen cuando los arrendadores
de las viviendas son personas jurídicas.
Además,
en la tramitación de los juicios desahucios, porque el nuevo decreto
exige que cuando en estos procesos se aprecien situaciones de vulnerabilidad,
obligatoriamente los Tribunales Juzgadores deberán trasladar los
expedientes a los servicios sociales y éstos podrán suspender
los lanzamientos, por un mes más en el caso de arrendadores personas
físicas e injustificadamente por tres meses más, en el caso
de arrendadores personas jurídicas.
LA CALIFICACIÓN
COMO “FONDOS BUITRE” DURANTE LA RUEDA DE PRENSA DE PRESENTACIÓN
DEL DECRETO.
Es lamentable
que durante la rueda de prensa de presentación del decreto se haya
calificado de fondos buitres a los arrendadores por parte de un alto representante
del gobierno.
Asipa es una
asociación, que agrupa a grandes tenedores de vivienda en alquiler
como Azora, La Finca Global Assets, GMP o Unibail, así como socimis
como Merlin Properties o Colonial.
Asipa aseguran
que no son ‘fondos buitre’ sino “sociedades de ahorro colectivo que financian
y mantienen grandes parques de vivienda a largo plazo” y añade que
“el ahorro institucional no es parte del problema, sino parte de la solución,
ya que dan acceso a la vivienda a miles de familias”.
La asociación
defiende que este tipo de medidas tendrán efectos colaterales negativos,
porque el verdadero problema de fondo en materia de vivienda en España
es la escasez de vivienda disponible para alquilar, sobre todo para los
jóvenes y para familias de rentas bajas.
“Y es el ahorro
privado el único que puede financiar el total de viviendas que hacen
falta de aquí a los próximos 10 o 15 años, que se
eleva hasta 1.500.000 activos, y acudir a la llamada de colaboración
de las administraciones públicas para crear el parque social y asequible
que se necesita. Pero si se debilita con medidas como la citada, afectará
a dicha capacidad poniendo en riesgo el acceso a la vivienda de millones
de ciudadanos en el medio plazo”, lamenta Asipa.
Por su parte,
desde Asipa recuerdan que ya son varias las compañías especializadas
en la vivienda en alquiler que han tomado la iniciativa ofreciendo ayudas
a aquellos arrendatarios cuya situación económica se haya
visto afectada por Covid-19, “demostrando su compromiso y responsabilidad
social, de forma solidaria y adaptada a la capacidad de cada uno para no
poner en riesgo su viabilidad”.
Es el caso
de Lazora, una de las mayores empresas de pisos en arrendamiento, con unas
7.000 viviendas en todo el país, ha establecido una moratoria al
pago del alquiler durante el periodo que se alargue el Estado de alarma.
Por otro lado,
las grandes promotoras inmobiliarias Metrovacesa, Aedas Homes, Habitat
Inmobiliaria, Neinor Homes y Vía Célere, han acordado permitir
a sus clientes aplazar el abono de los próximos pagos a cuenta por
las viviendas que han adquirido y aún están en construcción
y pendientes de entrega.
"No veríamos
razonable ni justa la discriminación entre tipos de ahorro, imponiendo
la obligación sólo a una determinada, como son los llamados
grandes tenedores, de financiar a su cargo estas rentas aplazadas entre
tres y 10 años, penalizando a la parte profesionalizada del sector
(propietaria del 2% del parque en alquiler) cuando se está compensando
al 96% restante", reclaman desde la Asociación de Inmobiliarias
con Patrimonio en Alquiler (Asipa).
Aunque las
cifras varían ligeramente según la fuente, estos grandes
tenedores tienen en sus manos entre un 5% y un 10% del parque residencial
en alquiler en España, mientras que el resto está en manos
de pequeños propietarios y particulares.
Desde Asipa
consideran que las medidas sobre la mesa podrían generar una gran
bolsa de deuda por los posibles impagos tras la moratoria y creen también
que van en contra de la seguridad jurídica de los propietarios.
"Adoptar medidas gravosas y discriminatorias solo para una parte de ahorro,
interfiriendo y desequilibrando relaciones privadas, comporta un serio
atentado contra la necesaria seguridad jurídica, lo que pondría
en riesgo la supervivencia económica" de esos grandes tenedores
de vivienda.
"Valoramos
muy positivamente la decisión del Gobierno de dar apoyo directo
a arrendatarios en situación de vulnerabilidad sobrevenida por el
COVID-19 en forma de microcréditos avalados por Estado, permitiendo
a los arrendatarios el repago de los mismos de forma fraccionada en un
tiempo razonable y sin coste. Esto implica atender a los más vulnerables
sin alterar el equilibrio de millones de ahorradores", aseguran desde ASIPA.
Algunas posturas
populistas han introducido el concepto de “gran tenedor” para discriminar
injustificadamente este ahorro colectivo
Y añade,
"sin embargo, esta medida también castiga, sin justificación
alguna y de forma indirecta, a ahorradores privados, muchos de ellos pensionistas,
y pone en riesgo el futuro del acceso a la vivienda de los españoles,
al atentar contra la necesaria seguridad jurídica que este ahorro
colectivo necesita para financiar el 1,5 millones de vivienda social y
asequible que hay que construir en España para resolver los problemas
de acceso a la vivienda de los jóvenes y familias".
LOS ALVALES
Y SEGUROS DE PAGO DE RENTA DE ALQUILER SE SALVAN
Los avales
y los seguros de pago de renta de alquiler se salvan porque su responsabilidad
queda excluida en supuestos excepcionales y máximo cuando hay una
regulación específica imponiendo reglas a los arrendadores
de más de 10 viviendas por los efectos del Covid 19.
EFECTOS NEGATIVOS
PARA FUTUROS ARRENDAMIENTOS DE VIVIENDA.
Socimis como
Merlin, Colonial, GMP, Intu, La Finca y Unibail, aseguradoras como Allianz
y Mutua Madrileña o inmobiliarias como Azora, Klepierre e Iberdrola
Inmobiliaria han emitido un comunicado este viernes a través de
la Asociación de Inmobiliarias con Patrimonio en Alquiler (Asipa)
dirigido al Ejecutivo.
"Advertimos
del grave riesgo a medio y largo plazo que supone adoptar medidas gravosas
y discriminatorias como la condonación del pago del alquiler de
viviendas a costa del ahorro privado. Un grave riesgo, sobre todo para
jóvenes y familias de renta baja que verán comprometido el
acceso a una vivienda en el futuro inmediato, una vez superada esta crisis",
señala en el comunicado.
Desde Asipa
cree que adoptar este tipo de medidas supondría "un serio atentado
contra la necesaria seguridad jurídica del sector, poniendo en riesgo
la supervivencia económica de muchos ahorradores privados". Por
eso, estas empresas creen que es importante dejar claro, una vez más,
que el ahorro institucional no es otra cosa que sociedades de gestión
que representan a millones de ciudadanos individuales, frecuentemente a
través de planes de pensiones, que deciden unir sus ahorros para
facilitar inversiones colectivas más grandes y a más largo
plazo.
LAS REBAJAS
QUE HABÍAN OFRECIDO VOLUNTARIAMENTE LOS GRANDES ARRENDADORES
Los grandes
fondos y las Socimis aplicarán medidas para facilitar el pago de
las rentas a los arrendatarios afectados por el coronavirus. Así,
Lazora y Témpore -la Socimi de TPG y Sareb- anunciaron aplazamientos
del cobro y moratorias con pagos fraccionados, mientras que Blackstone,
a través de sus participadas Aliseda, Anticipa, Testa y Fidere,
mantienen su intención de flexibilizar los cobros.
La primera
en aplicar una medida de este tipo fue Lazora, empresa especializada en
vivienda en renta con unos 7.000 arrendatarios en toda España.
La compañía,
que forma parte de la gestora Azora, mandó una carta a todos sus
arrendatarios para explicarles que implantará un programa que permite
el aplazamiento del pago de las rentas durante el periodo de estado de
alarma y el fraccionamiento posterior, durante un año, de las rentas
no abonadas
Témpore,
por su parte, ha aprobado medidas para flexibilizar el pago de las rentas
a los clientes que se vean afectados por planes de regulación de
empleo en sus empresas mediante el diferimiento del pago de una parte del
recibo mensual durante un plazo máximo de seis meses.
Témpore,
participada en un 75% por el fondo estadounidense TPG y en un 25% por Sareb,
cuenta con más de 2.500 viviendas en alquiler. Para abordar esta
medida desde la compañía está contactando con los
clientes para evaluar la situación de manera individualizada.
Por su parte,
fuentes de Blackstone, que suma cerca de 50.000 viviendas a través
de Aliseda, Anticipa, Testa y Fidere, indican que trabajan en estrecha
colaboración con sus arrendatarios, solucionando" caso por caso"
y teniendo en cuenta las medidas establecidas por el gobierno, "para ayudarles
en estos complicados momentos".
"Como no puede
ser de otra manera, vamos a ser flexibles y tendremos en consideración
cualquier situación de dificultad financiera como consecuencia del
Covid-19. Es la forma de actuación que estamos implementando con
arrendatarios socialmente vulnerables en todas nuestras empresas de cartera
española", añaden.
Desde Blackstone
destacan que están analizando la situación de cerca y harán
"todo lo posible y con un mayor esfuerzo" para apoyar a sus arrendatarios
en esta difícil etapa.
Fuentes de
Vivenio, Socimi del fondo APG y Renta Corporación, se limitaron
a señalar que siempre han tratado con la "mayor atención
todas las necesidades" de sus los arrendatarios. "Por supuesto, ahora no
va a ser una excepción", apunta.
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