Lo razonable sería un enfoque gradual. Permitir que el proceso de implementación BIM se convierta también en una limpieza de las malas prácticas de la oficina. Uno de los lamentables efectos secundarios de pasar del dibujo a mano al CAD en los años 80 fue el cisma que trajo y que ahora hay que evitar con el BIM. El nuevo dibujante ya no era un arquitecto o ingeniero en prácticas, sino un técnico de CAD con poco conocimiento de la tecnología o el diseño de edificios. El administrador de CAD fue el único canal de comunicación. Esto lo soluciona el BIM abriendo la comunicación a todos los profesionales. 
Le recomendamos que se haga una idea de cómo funciona el software a través de demostraciones prácticas y que base su decisión en lo que funciona para usted, no en lo que otros han elegido. A largo plazo, usar el mismo programa que otros importa muy poco.

La construcción virtual inteligente no es un mito, y ha existido durante mucho tiempo; ha evolucionado en los últimos 25 años, y seguirá evolucionando. Para aquellos que ya pasaron la revolución del CAD quedó claro que incluso la estructura más simple es mucho más fácil y generalmente más rápida de planificar y documentar como un edificio virtual 3D. 

El ciclo de vida completo y total BIM no es esencial, ni siquiera deseable en cada proyecto. Comience con lo que sabe, busque formas de hacerlo con mayor facilidad a través del modelado 3D, luego busque cómo puede agregar valor a ese modelo donde sea importante. Únase a los foros para el software que ha elegido y haga preguntas a medida que surjan para mejorar sus habilidades. 

Esta es la forma más eficiente de aprender, ya que solo retiene el conocimiento del que tiene un uso inmediato. 

Por encima de todo, no tenga miedo de dar ese primer paso, descubrirá lo satisfactorio que resulta el modelado en comparación con el dibujo. Y todo sin necesidad de ser un experto.