Baraka señala
que RIU estaba incumpliendo con los planes previstos en aspectos clave
como el refuerzo de la estructura del inmueble, tal como podría
acreditar la renuncia de la dirección facultativa de las obras,
y advierten de que RIU había decidido aligerar costes en cuestiones
que consideramos básicas y que ponen en riesgo la integridad del
inmueble.
La decisión
de Grupo Baraka responde, según afirma la empresa en un comunicado,
«al inexplicable criterio de RIU en la ejecución de las obras
que se están llevando a cabo en el citado inmueble, y que provocó,
al fin, la renuncia de la prestigiosa RCCyP al frente de la Dirección
Facultativa«. Las «profundas discrepancias» de Baraka
con RIU «nacen de la negativa de la propiedad de ejecutar todas las
obras de refuerzo y consolidación estructural para adecuarlo a la
normativa vigente, y que podrían poner en peligro la estabilidad
del edificio, con los riesgos que ello supone», explica la empresa.
En concreto,
la promotora decidió llevar a cabo las obras al margen del «Informe
de Resultados del estudio realizado sobre los condicionantes que la arquitectura
y cimentación del edificio España imponen a su rehabilitación,
fecha 9 de febrero de 2017», redactado por Intemac.
Las prescripciones
técnicas de este gabinete «de reconocido prestigio y referencia
obligada en materia de estructura, que inciden de forma reiterada en la
necesidad de realizar refuerzos en todo el edificio, fueron asumidas por
la Dirección Facultativa en la redacción del Proyecto Básico
de Obras de Consolidación», señala el comunicado, «que
sirvió de base a la concesión el 31 de Marzo de 2017 de la
preceptiva licencia que solicitó Grupo Baraka, sin la que no podrían
haber comenzado siquiera las obras».
Este criterio
adoptado por RIU «a buen seguro con el reprobable propósito
de primar la reducción de costes y plazos de la ejecución
de la obra, en detrimento de la seguridad del inmueble, y pese a los intentos
reiterados y fallidos por parte de Grupo Baraka de llegar a una solución
de manera amistosa» para que las obras se realizaran cumpliendo con
la legalidad vigente, así como con los índices de seguridad,
y acorde a los proyectos redactados, ha llevado al Grupo Baraka a solicitar
la paralización de las obras.
Baraka asegura
que no lo hace «solo en su interés por el inmueble como adquirente
de una parte del mismo, sino también para evitar una imperdonable
catástrofe si la disminución de la seguridad del edificio
derivase en cualquier siniestro».
ANTECEDENTES
El pasado mes
de octubre, Baraka alegaba que la renuncia del estudio de arquitectura
RCCyP a reformar el espacio se debe a que RIU decidió llevar a cabo
las obras al margen de un informe “sobre los condicionantes que la arquitectura
y cimentación del edificio España imponen a su rehabilitación,
fecha 9 de febrero de 2017", que fue redactado por el Instituto Técnico
de Materiales y Construcción (INTEMAC).
Según
Baraka, dicho informe recogía una serie de condiciones para las
obras (como hacer refuerzos en todo el edificio) que fueron preceptivas
para obtener la licencia y que afectarían a la conservación
de la fachada frontal y lateral del emblemático edificio. RIU se
comprometió a realizar esos trabajos después de que el Gobierno
de Manuela Carmena obligara a ello en el marco de su plan de defensa del
patrimonio histórico y cultural de Madrid. En cambio Wanda, que
se negó a acatar dicha condición, salió de la operación
y vendió a RIU el edificio en junio de 2017 por 272 millones.
RIU, sin embargo,
afirmó que las acusaciones de Baraka son “absolutamente falsas”.
Añade que el edificio “se está reforzando del todo, de abajo
a arriba, tanto para la zona comercial como para la zona de hotel”. Aunque
reconoce que, si bien el edificio fue “ejemplarmente construido en su época”
y “está excelentemente conservado”, es necesaria “una reforma en
profundidad (…) y por ello se está poniendo en práctica este
refuerzo en cimentación, pilares, vigas y forjados".
RIU también
tachó de “temeraria” la acusación de Baraka, y remarca que
tiene la "total confianza en la dirección facultativa de la obra",
formada por un arquitecto director del proyecto, un ingeniero de Caminos
redactor del proyecto de estructuras y un arquitecto técnico director
de ejecución material.
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