Para 2018
y 2019, la empresa no modifica previsiones. Las razones ofrecidas por la
empresa para reducir el número entregas de casas en 2020 son varias.
La primera, que hay una ralentización en el ritmo de preventas,
solo un 2% de los pisos a entregar.
Existe, además,
UN MOTIVO SECTORIAL: la escasez de subcontratas en el negocio constructor,
debido a la activación del sector y la falta de mano de obra en
algunos oficios, que está provocando un alargamiento de la fase
de licitación y construcción.
Pérez
de Leza señaló a los analistas que la rebaja en el número
de viviendas también se explica por el efecto de incrementar la
superficie de las unidades reales frente a las unidades máximas
teóricas. Concretamente detalló que la vivienda media pasa
de 110 metros cuadrados previstos en el plan inicial de negocio a 121 m2
para adaptarse a las demandas del mercado. Un cambio que ha supuesto también
un retraso en el rediseño de los proyectos.
Respecto a
los desafíos que se están encontrando, reconoce un retraso
“de uno a dos meses” en iniciar los proyectos de comercialización.
“Esto ha representado básicamente que no tenemos suficientes proyectos
para vender”, confesó a los analistas.
Adicionalmente,
admitió que en mercados secundarios (llamados por la empresa Tier
3), que puedan ser ciudades como Huelva, Algeciras y Lleida, las preventas
eran menores de las esperadas.
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