Parque
Comercial Zona Franca.
Zona Franca
ha diseñado 250.000 metros cuadrados como ampliación del
Parque tecnológico de Valladares con parcelas reservadas para establecimientos
comerciales, entre ellos Ikea, que tendría un espacio adecuado a
sus tiendas. Está al lado del hospital Álvaro Cunqueiro y
de la Circunvalación, lo que facilitará su acceso. Zona Franca
espera luz verde de la Xunta, ya garantizada, para su tramitación
como proyecto supramunicipal, sin necesidad de otro PGOM. Prevé
urbanizar en 2018 y abrir sus puertas en 2019, siendo el primero de todos
en hacerlo.
Centro comercial
Porto Cabral.
El proyecto
de mayor calado, con 600 millones de inversión a cuenta de la empresa
británica Intu y la creación de unos 3.000 empleos y un punto
de atracción capaz de que 12 millones de clientes puedan pasar al
año, como en Puerto Venecia, en Zaragoza.
Complejo
Celta en Mos.
Otra zona comercial
que promete rivalizar en extensión con las anteriores y que también
ha conseguido vía libre durante la pasada semana. En una superficie
de 238.900 metros cuadrados, se prevén unos 120.000 de comercial,
entre el Mercantil y Rebullón. Para Carlos Mouriño supone
el gran proyecto comercial del área metropolitana de Vigo,
"motor de crecimiento y desarrollo de la zona". Tras el acuerdo con Xunta
y Concello de Mos se iniciarán las obras en julio del próximo
año y apertura de la zona deportiva en 2019 y la comercial un año
después, tras la calificación de monte. Generará numerosos
puestos de trabajo y una parte se reservarán para Mos y los comuneros
de la zona.
Centro comercial
Recaré.
En este caso
ha sido la Ley 2017 de la Xunta de medidas fiscales, que permite el desarrollo
de ámbitos que ya habían conseguido cierto desarrollo antes
de la caída del Plan General de 2008. La Xunta aprobó este
pasado fin de semana la aplicación de dicha norma al validar la
Consellería de Medio Ambiente la propuesta dirigida por el Concello
para el ámbito Recaré, en el margen derecho del arranque
de la autovía a la altura de Bembrive, donde Eroski prevé
un gran complejo comercial, mayor que Gran Vía, de 151.803 m2 de
uso terciario (comercial y dotacional), 14.144 m2 de zonas verdes y un
paso elevado sobre la autovía, mejorando las previsiones del Plan
de 1993. Eroski tendrá que iniciar un largo proceso para conseguir
la licencia y poner en marcha las obras, hasta más allá de
2020.
La promotora
Recaré S.L. -que pertenece a Eroski- tiene ya un cronograma para
sacar adelante el complejo que quiere levantar al lado de la avenida de
Madrid. Tras recibir luz verde de la Xunta en los últimos días,
la compañía espera ahora poder firmar el convenio en breve
con el Concello y continuar con la tramitación. Entre diciembre
del año que viene y marzo de 2019 arrancarían las obras,
que se prolongarán de 15 a 18 meses y finalmente, durante la segunda
mitad de 2020, se inauguraría la superficie. La inversión
a la que hará frente la promotora para sacar adelante el parque
comercial es de 45 millones de euros. Una cantidad que no incluye los cerca
de 55 millones ya destinados hace más de una década para
adquirir el suelo.
DATOS CENTRO
COMERCIAL RECARÉ.
En total, el
ámbito en el que se actuará alcanza los 70.980 metros cuadrados
(m2). De ellos, se dedicarán a edificabilidad 49.000 m2, en los
que se construirán en total 95.000 m2 para tiendas y parking. Los
aparcamientos -de cerca de 20.000 m2 cada uno- se distribuirán entre
el sótano y la superficie. En las dos plantas interiores se concentrará
la oferta comercial, que sumará alrededor de 49.000 m2.
El complejo
contará con siete operadores. Uno de ellos se dedicará a
alimentación, dispondrá de su propio espacio de hostelería
y ocupará un ámbito de 10.000 m2. Habrá otro para
bricolaje, de 13.000 m2, deportes (7.000 m2), muebles, componentes electrónicos
y alimentación para animales de compañía. Cada una
de esas marcas ocupará grandes espacios, por lo que albergarán
una amplia oferta de mercancía.
El parque dispondrá
además de un espacio destinado a la distribución de carburantes,
al igual, por ejemplo, que el Alcampo situado en Avenida de Madrid. En
total habrá una superficie de 15.075 m2 para zonas verdes y 20.085
que se usarán como viales. La movilidad dentro del edificio se facilitará
con media docena de ascensores, cada uno de ellos con capacidad para unas
21 personas. El elevador permitirá comunicar el sótano con
las dos plantas y la cubierta. Un bulevar central mejorará su visibilidad
y lo hará más luminoso.
Para facilitar
el acceso con coche, el parque comercial dispondrá de una amplia
oferta de aparcamiento. La promotora proyecta construir unas 1.500 plazas
privativas y otras 200 públicas. En total 1.700 espacios para estacionar
mientras se realizan compras o disfruta del entorno. Se distribuirán
en superficie y en el sótano.
El complejo
comercial dispondrá además de dos accesos por su parte frontal
y tres por la trasera. Con el fin de mejorar la comunicación, se
construirá también un paso elevado sobre la A-55, que transcurre
próxima a uno de sus laterales. Desde la promotora apuntan las ventajas
de ese enlace para la comunicación del entorno.
Debido al intenso
tráfico que se registra en la zona, los responsables del proyecto
calculan que el parque comercial recibirá una media de algo más
de 25.000 visitas diarias. Los datos recabados en 2016 por Fomento muestran
que la A-55 en el acceso a la ciudad registra una intensa actividad, con
cerca de 39.200 vehículos diarios.
La puesta en
marcha del parque comercial generará además numerosos empleos.
Durante las obras se dará empleo a unas 600 personas, mientras que
el complejo creará entre 1.000 y 1.200 empleos. Ayer Caballero remarcaba
la importancia del proyecto. "Es una actuación clave para la ciudad",
anota. El nuevo complejo reforzará la oferta comercial de la ciudad,
donde ya hay otras superficies como Meixoeiro, A Laxe, Gran Vía
o Travesía.
El parque comercial
en el ámbito de Recaré, cerca de la avenida de Madrid, empezó
a gestarse hace más de una década, en 2006. Sin embargo no
había conseguido despegar hasta ahora por motivos económicos
y falta de encaje urbanístico después de que el Tribunal
Supremo tumbase el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) de
2008 hace ya dos años.
El desarrollo
de la zona llega tras anteriores intentos, años de retrasos urbanísticos
y una profunda revisión del proyecto. Para agilizar su tramitación
se recurrió a la ley 2/2017 de medidas fiscales, administrativas
y de ordenación de la Xunta. Hace días la consellería
emitía el informe ambiental y urbanístico de la ordenación
provisional.
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