El principal
objetivo de la revisión es facilitar la integración de esta
Norma en los demás Sistemas de Gestión–una corriente cada
vez más demandada en las empresas— y que éstos sean más
accesibles para todo tipo de organizaciones, especialmente del sector servicios.
Así, comparte la denominada estructura de alto nivel, común
a todas las normas de gestión (como la extendida ISO 9001 de Gestión
de la Calidad).
La Norma incorpora
nuevos requisitos, como una mayor protección del medio ambiente,
mediante la incorporación de prácticas para la prevención
de la contaminación y el uso sostenible de los recursos; la consideración
de la variable ambiental como un elemento estratégico en la gestión
empresarial; el refuerzo del papel de la alta dirección en el liderazgo
del sistema de gestión; enfoque al ciclo de vida completo; y una
comunicación más efectiva en la que la información
sea transparente, veraz, fiable y comprensible.
Las normas
se revisan periódicamente para asegurar que se adaptan a las nuevas
necesidades de las organizaciones. La revisión del documento se
ha llevado a cabo en el seno del Comité Técnico internacional
de Normalización de Gestión Ambiental de ISO (ISO/TC 207
SC1).
Las normas
técnicas son documentos al alcance de todos, que contienen el consenso
del mercado sobre las buenas prácticas a la hora de abordar cuestiones
clave para la competitividad de las organizaciones. Elaboradas por primeros
expertos, son una herramienta esencial a la hora de abordar un nuevo mercado
o proceso.
Las ventajas
de un certificado de Gestión Ambiental son numerosas, aunque pueden
resumirse en tres: transmite compromiso de forma directa y creíble;
se obtienen beneficios económicos por la optimización del
consumo de energía y otros recursos y por la optimización
de los procesos; y reduce riesgos legales.
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