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EXPEDIENTE DE DECLARACIÓN DE INCUMPLIMIENTO DE DEBERES URBANÍSTICOS EN MÁLAGA
Convertir conocimiento en valor añadido: guía práctica inmoley.com de edificios en ruina.  El Consejo de Administración de la Gerencia de Urbanismo está analizando la situación de una finca en la calle Don Rodrigo, esquina a la calle Ermitaño 3. La parcela fue objeto de un acuerdo el 15 de junio de 1998 por el que Urbanismo incoaba un expediente de declaración de incumplimiento de deberes urbanísticos contra el propietario "por no solicitar licencia de edificación en el plazo fijado". En abril de 2000, el Consejo de Urbanismo declaró el incumplimiento de los deberes urbanísticos de la propiedad y, como consecuencia, incluyó la parcela en el Registro Municipal de Solares y Terrenos sin Urbanizar "a los efectos de sometimiento de la misma a venta forzosa". 
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Tras la advertencia, el acuerdo para enajenar este bien por la vía del concurso no llegó hasta el 19 de febrero de 2001. Un día después el Boletín Oficial de la Provincia (BOP) publicó el anuncio con la subasta de esta parcela, con un precio de licitación de 9,6 millones de pesetas (57.800 euros), en un paquete que integraba otras doce fincas. 

Sin embargo, nunca se llevó adelante esta enajenación. La siguiente fecha que se aporta en el expedientes corresponde al 2 de noviembre de 2004, cuando el entonces gerente de Urbanismo dictó una resolución notificando a los titulares de la finca la tasación de la misma "a fin de que pudieran formular alegaciones" en un plazo de un mes. 

Y desde entonces hasta ahora. En poco más de una década ningún movimiento. Hasta el pasado 23 de febrero, cuando la Sección de Registro Municipal de Solares elaboró un informe señalando que tras visitar la parcela "se constata que se viene utilizando como estacionamiento irregular de vehículos, careciendo de vallado". Los autores del mismo apuntaron, además, que en todo este tiempo "no se ha tramitado ninguna licencia de obras". Por ello, propusieron nuevamente la inclusión de la finca en el Registro de Solares y Edificaciones Ruinosas, del que ya formó parte en 2000. Dado que "ha transcurrido con creces el plazo legalmente señalado al efecto", Urbanismo se ve ahora en la obligación de declarar la caducidad del procedimiento y archivar las actuaciones. 

Recientemente, el consejo acordará la caducidad de otro procedimiento, vinculado a un inmueble, en la calle Tomás de Cózar, 31, que fue declarado en ruina en 1998. El edificio no fue incluido en el Registro de Solares hasta ocho años después. La inspección realizada por los técnicos en febrero concluye que la finca es en este momento "un solar sin edificar".