30 de enero
de 2015
NOTICIA ADAPTADA AL SISTEMA
EDUCATIVO inmoley.com
DE FORMACIÓN CONTINUA PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. © |
LA MESA DE URBANISMO DE LA CAÑADA
REAL UNA OPORTUNIDAD PARA DIRECTORES DE SUELO
Convertir conocimiento en
valor añadido:
Guía práctica inmoley.com del director de suelo y guía
del urbanismo de Madrid. La mesa de Urbanismo en la que la Comunidad y
los Ayuntamientos por los que discurre la Cañada debe acordar cómo
se va a urbanizar la zona, va a iniciar sus reuniones. El objetivo esencial
será consolidar el mayor número de residentes y de viviendas,
en aras de la normalización urbanística y social. Se creará
un consorcio entre la Comunidad y los municipios para el desarrollo urbanístico,
con un modelo preferentemente residencial de viviendas unifamiliares que
no superen las dos plantas. La Comunidad parece decantarse porque el coste
de urbanización recaiga principalmente en los Ayuntamientos que
se resarcirán mediante la venta de suelo sobrante. La Cañada
Real tiene un millón de metros cuadrados de superficie, y los que
no estén ocupados por asentamientos irregulares se venderían
a promotores a un precio superior al fijado para los vecinos.
Herramienta práctica
> Guías
prácticas
Sólo los habitantes censados
en 2011/12 tendrán derecho a comprar sus viviendas. El resto genera
una oportunidad de suelo para la promoción inmobiliaria.
La Cañada ocupa 107 hectáreas.
Sobre suelo de Coslada hay censadas 927 personas, la inmensa mayoría
en viviendas consolidadas. En Rivas hay 1.132 personas (un 60% magrebíes,
el resto españoles). En Madrid hay 5.666 personas; la mitad ocupa
viviendas deterioradas que habría que derribar. Además, la
mayor parte del tramo (el sector 6) no es suelo urbanizable por la cercanía
del vertedero de Valdemingómez. Madrid estimó que unas 4.500
personas deberían marcharse, y que un 40% debería hacerlo
sin derecho a realojo. Se tendrían que marchar. O ser expulsados.
Dada su complejidad, y debido a
la necesidad de actuar primero socialmente, llevará un proceso diferenciado
y más prolongado. Una vez concluya, el suelo albergará “un
parque tecnológico, empresarial e industrial”.
Los realojos correrán a cargo
del consorcio, que también deberá encargarse de urbanizar
la zona. Todo ello, con los ingresos obtenidos de la venta del suelo. Madrid
ya ha avanzado que, en su tramo, la urbanización costaría
250 millones, y los realojos otros 100.
La única posibilidad para
cuadrar las cuentas sin necesidad de dinero público sería
la venta a precio de mercado de las parcelas deshabitadas o que no puedan
ser compradas en el futuro por sus actuales ocupantes
La Comunidad parece decantarse porque
el coste de urbanización recaiga principalmente en los Ayuntamientos
que se resarcirán mediante la venta de suelo sobrante. La Cañada
Real tiene un millón de metros cuadrados de superficie, y los que
no estén ocupados por asentamientos irregulares se venderían
a promotores a un precio superior al fijado para los vecinos.
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