10 de diciembre
de 2014
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EL GOBIERNO PROMOVERÁ
LA COLABORACIÓN PÚBLICO-PRIVADA
Convertir conocimiento en
valor añadido:
Guía práctica inmoley.com de contrato de obra pública.
Resumen de jornadas, Desayuno de Trabajo sobre Nuevos Modelos de Colaboración
Público-Privada. El gobierno analiza la creación de una unidad
administrativa de gestión para promover las buenas prácticas
en los proyectos de colaboración público-privada. Antonio
Beteta, secretario de Estado de Administraciones Públicas, se comprometió
a analizar la posible creación de un centro de gestión de
proyectos de colaboración público-privada para coordinar
unas reglas de juego comunes a todas las Administraciones Públicas.
Herramienta práctica
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prácticas
Antonio Beteta comentó que
“la colaboración público-privada no es un matrimonio de conveniencia,
sino que es una oportunidad que hay que saber aprovechar para mejorar los
servicios a los ciudadanos”. Se trata de ofrecer servicios de calidad a
un precio adecuado.
Antonio Beteta comentó que
es necesario revisar las condiciones de los concursos introduciendo criterios
de calidad en la prestación. Hasta ahora, señaló el
secretario de Estado, para un contrato de recogida de la basura se pedían
un determinado número de camiones y un determinado número
de operarios que la empresas concesionaria debería tener para gestionar
el servicio. “Sin embargo -añadió con sorna Beteta- podía
ocurrir que no se recogiera la basura correctamente porque algo tan básico
como eso no figuraba en el contrato”.
Lluís Torrens, director del
Public-Private Center del IESE, explicó que este tipo de unidades
de coordinación para los proyectos públicos-privados ya existen
en otros países europeos. “La de Alemania –comentó Torrens–
está participada en un 51% por el Estado germano y en un 49% por
los concesionarios privados”. Esta unidad tendría que estar consensuada
tanto por las Administraciones como por las empresas privadas, y serviría
para marcar unas reglas de juego comunes para todas las partes implicadas,
lo que redundaría en una mejora de los servicios ofrecidos.
Lluís Torrens, del IESE,
enumeró las cuatro importantes decisiones que tiene que tomar una
Administración a la hora de crear un nuevo servicio:
-
Decidir si se ofrece o no ese
servicio, si es necesario y si va a beneficiar a los ciudadanos.
-
Cómo hacerlo: definir
quién va a gestionar los activos y quién gestionará
los servicios.
-
Definir muy bien los criterios
para medir los resultados, y decidir quién se hace cargo de la seguridad
y quién asume los riesgos en caso de que haya problemas.
-
Hacer un seguimiento del proyecto
en el tiempo para optimizar el servicio.
Llorens también dijo que hay
que acabar con esa costumbre tan arraigada en el mercado español
de renegociar los contratos después de haber sido adjudicados. El
directivo del IESE considera que la creación de una Unidad de Colaboración
Público-Privada puede evitar este tipo de disfunciones, y también
serviría de banco de pruebas para ir mejorando los acuerdos entre
Administraciones Públicas y empresas privadas.
Santiago Olivares, CEO de Ferrovial
Servicios, señaló que “en los contratos no sólo hay
que mirar el precio, sino también otros factores”. “Resulta necesario
–añadió– alinear los intereses públicos y privados”.
Para el ejecutivo de Ferrovial, las administraciones tendrían que
tener en cuenta que muchos servicios requieren de grandes dosis de innovación
y de gestión.
Santiago Olivares pidió que
los acuerdos entre administraciones públicas y empresas sean a más
largo plazo porque “es lo que permite conseguir un mayor ahorro de costes
para la Administración y una mejor rentabilidad para la compañía
que explota el servicio”.
Santiago Olivares coincidió
con Antonio Beteta en que es necesario cambiar la forma de hacer las cosas,
pero añadió que “esto choca muchas veces con el inmovilismo
de los funcionarios, y es fundamental cambiar la mentalidad de los funcionarios”.
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