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6 de octubre
de 2014
NOTICIA ADAPTADA AL SISTEMA
EDUCATIVO inmoley.com
DE FORMACIÓN CONTINUA PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. © |
JORNADA “SERVICIOS INNOVADORES
PARA UN SECTOR INMOBILIARIO MÁS FINANCIERO”:
Convertir conocimiento en
valor añadido:
Guía prácticas del agente de la propiedad inmobiliaria API
y del marketing inmobiliario. Resumen de la Jornada “Servicios innovadores
para un sector inmobiliario más financiero” organizada por OPT.A,
consultoría estratégica de optimización de activos
inmobiliarios, en la que han participado Pedro Montoya, consultor senior
de KPMG; Carlos Armero, director general de Mace y Lorenzo Bravo, socio
director de OPT.A-, moderados por José Carlos Saz, vicepresidente
de AECMA (Asociación Española de Construcción Management).
La inversión inmobiliaria es un sector de actividad con incertidumbre
y el inversor busca minimizar el riesgo que asume en las operaciones y
obtener una rentabilidad adecuada al mismo.
Herramienta práctica
> Guías
prácticas
Se centro en la transformación
del sector inmobiliario hacia un modelo más profesionalizado al
que se han incorporado a los financieros.
“Las claves del sector inmobiliario
actualmente se encuentran principalmente en entender, por un lado, una
oferta que conjuga los activos inmobiliarios con deuda asociada y con la
venta de sociedades tenedoras de los mismos; y por otro, una demanda condicionada
por la falta de crédito para el comprador final y la mayor o menor
presencia de inversores, así como la aparición de nuevos
players tales como SAREB, las Entidades Financiares, el sector público
y las compañías con actividad inmobiliaria ya reestructuradas”
expuso Pedro Montoya, consultor senior de KPMG en España.
En su visión general del
sector, propuso clasificar los activos inmobiliarios en dos grandes grupos:
localizados y deslocalizados. Los primeros los definió como “absorbibles
por el mercado en un determinado plazo”, y los segundos como “con absorción
incierta en las condiciones actuales”, clasificación resultante
de conjugar las claves antes mencionadas.
Montoya destacó que si bien
España en general podría encontrarse en fase de inversión
oportunista, “determinadas tipologías de activos inmobiliarios empiezan
a encontrase en una fase posterior de inversión de valor añadido”.
Concluyó su visión resaltando, entre otros, la necesidad
de nuevos productos inmobiliarios más cuidados y de control de riesgo
y procesos.
“Flexibilidad, identificación
con los clientes y sus objetivos, equipo, y pro actividad, son los valores
imprescindibles para los clientes, lo que nos permite ser capaces de dar
respuesta a sus necesidades”, destacó Carlos Armero, director general
de Mace, desvelando las claves de la adaptación de los servicios
tradicionales a las demandas de los nuevos clientes que, de unos
años a esta parte, presentan un perfil más financiero, “hemos
sido fieles a nuestros valores en los momentos más complicados,
y nos hemos adaptado a las nuevas necesidades de los clientes, gracias
a ello nuestro equipo de profesionales ha continuado y continuará
prestando servicios con las más altas cotas de calidad, para
conseguir los objetivos de los proyectos que gestionamos”, continúa.
“En el final de la etapa anterior
de crecimiento, el sector perdió por completo la percepción
de riesgo de la actividad inmobiliaria, estando considerada como una inversión
tradicionalmente segura. En la situación actual, el cliente necesita
una mayor certidumbre en la toma de decisiones al operar en un entorno
más volátil y con los márgenes más ajustados.
En la nueva coyuntura, los proyectos de inversión inmobiliaria demandan
análisis más exhaustivos de riesgo desde su concepción
y una monitorización de las variables de inversión durante
su desarrollo para garantizar su objetivo de rentabilidad. La actual crisis
nos devolverá un sector inmobiliario más profesionalizado
en el que ya no vale todo y en el que sólo van a tener cabida las
estructuras que se adapten a la nueva situación” aseguró
Lorenzo Bravo, socio director de OPT.A
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