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4 de octubre
de 2013
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URBANISMO.
DEMOLICIÓN MUNICIPAL DE EDIFICIO EN RUINAS POR INCUMPLIMIENTO DE
LA PROPIEDAD.
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Guía práctica inmoley.com de edificios en ruina. Demolición
municipal de edificio en ruinas por incumplimiento de la propiedad. La
ejecución subsidiaria por incumplimiento del deber de conservación.
Herramienta práctica
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urbanismo.
En los próximos días,
justo enfrente de la parcela donde aparecieron en 2011 unos restos arqueológicos
de escaso valor en la calle Piedra Santa, otra finca quedará despejada
después de que el Ayuntamiento de la capital proceda a su demolición.
La casa está abandonada y en ruinas, y su propietaria no ha respondido
a ninguna de las notificaciones y requerimientos de la concejalía
de Urbanismo para que ponga remedio a la decadencia del inmueble de tres
plantas. Desde 2008 han tratado de localizarla para comunicarle que debía
proceder a la demolición de la propiedad o a su rehabilitación.
La dueña es una mujer de nombre y apellidos extranjeros que se cree
fallecida. Urbanismo tampoco ha hallado a ningún familiar y, después
de agotar todas las vías legales posibles, ha decidido echar abajo
la vivienda.
«El deterioro (en los últimos
cinco años) ha ido en aumento por el incumplimiento y desobediencia
a las notificaciones del Ayuntamiento. Creemos que la propietaria debe
haber fallecido. Es extranjera y no hemos podido localizarla. No había
más remedio que intervenir», explicó la edil de Urbanismo,
Isabel Nieto, quien detalló que la fachada «se ve muy vieja»
y que el interior «se está cayendo», por lo que existía
«una situación de peligro» de derrumbe y de clara inseguridad
para los viandantes y los inmuebles vecinos.
Encajonada entre otros dos edificios
ya rehabilitados, la casa estuvo ocupada durante un tiempo. Su interior,
de hecho, presenta aún restos de esa ocupación. La demolición,
cuyo importe asciende a 61.000 euros, irá con cargo a las arcas
municipales, según Nieto. Las labores de destrucción del
inmueble se iniciaron y se llevarán a cabo poco a poco debido a
la estrechez de la calle, pormenor que impide utilizar maquinaria más
pesada y contundente.
No es la primera ejecución
subsidiaria de este tipo o similar que lleva a cabo Urbanismo. En declaraciones
a los periodistas, la teniente de alcalde recordó «el caso
de la calle Sancho Panza el pasado verano» y matizó que estas
actuaciones no solo se llevan a cabo en edificios en ruina, sino también
en otros de nueva construcción cuyas obras han sido abandonadas
por la empresa promotora. No en vano, Nieto avanzó que a final de
este año procederán a eliminar «las situaciones de
riesgo» y a realizar trabajos de «cerramientos» en un
inmueble inacabado de la calle Alpargateros, en el barrio de San Ildefonso,
parcela de donde ya retiraron una grúa abandonada por importe de
20.000 euros.
La edil señaló que
son ejecuciones que vienen haciendo en su departamento «continuamente»,
ya sea en «casas abandonadas por sus propietarios» o en «obras
inacabadas». Otro ejemplo que recalcó fue la retirada de otra
grúa en desuso en el Realejo, en la calle Santiago, una intervención
que también corrió a cargo del Ayuntamiento. Según
Nieto, estos trabajos suponen «un altísimo coste» para
las finanzas de la ciudad. «Es un pozo sin fondo, aunque no podemos
acometer tanto como quisiéramos por la situación económica,
no por falta de ganas de trabajar o de dejadez», dijo.
También aclaró que
Urbanismo siempre intenta notificar la liquidación de la ejecución
subsidiaria, pero si el propietario «no se encuentra en su domicilio,
sigue sin ser hallado o está desaparecido, la Ley Procedimiento
Administrativo nos dice los pasos que tenemos que seguir». Nieto
asemejó los trámites a la notificación de una multa
de tráfico. Si después de un tiempo no hay rastro del propietario
(o herederos), el Ayuntamiento procede a actuar, bien con la demolición
del edificio, bien con su cerramiento provisional por motivos de seguridad.
En el caso de la calle Piedra Santa,
en el futuro, aclaró Nieto, podría darse la casualidad de
que se ejecutara la deuda de 61.000 euros, se embargara el solar y pasara
a propiedad municipal. «Entre tanto, vamos a tener un solar sin edificar
donde la gente va a tirar basura y vamos a tener la carga del área
de Medio Ambiente controlando la suciedad de este solar, como en tantos
otros. Es la historia de nunca acabar», lamentó la concejala.
En una situación normal,
en la que el propietario del inmueble abandonado y en ruinas es localizado,
el Ayuntamiento le conmina a su rehabilitación, «que suele
ser más cara que una obra nueva». A partir de ahí,
según Nieto, a veces ocurre que el dueño no dispone de los
fondos necesarios para la obra o, como sucede en la actualidad, que ninguna
entidad bancaria le concede la financiación pertinente. «Los
propietarios a lo mejor quieren cumplir pero no pueden. Es una situación
difícil para todos», aseveró. En ese caso, «intentamos
dar las órdenes mínimas e imprescindibles para mantener la
seguridad de los ciudadanos» y evitar posibles desprendimientos.
«Si actuamos por ejecución subsidiaria, que en principio lo
tiene que pagar el Ayuntamiento, solamente lo hacemos con aquellas casas
que representan un riesgo para las personas», apostilló Isabel
Nieto.
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