Las cifras iniciales del plan inicial presentado contemplaban la construcción de seis nuevos rascacielos, uno de ellos con más de 60 plantas, además de 1.600.000 metros cuadrados de zonas residenciales divididas en 17.000 viviendas, 4.000 de ellas públicas.

El Ayuntamiento de Madrid presentó en mayo su propio plan para el proyecto que llamó "Madrid, Puerta Norte" y contemplaba la creación de 1.587.040 metros cuadrados para usos de actividad económica y residencial. Reducía las zonas verdes a 274.251 metros cuadrados, cuando en el proyecto de DCN eran más del doble, y las viviendas previstas a 4.500, 1.000 de ellas protegidas.

En cuanto a las obras concretas que se van a ejecutar, el ayuntamiento planteaba la mejora del nudo norte de la M-30 y del de Fuencarral, cuya remodelación empezaría este mismo 2017, y la transformación de la estación de Chamartín, que comenzaría a principios de 2018.

Las cifras de empleo que expuso el departamento de Carmena indicaban la creación de 128.000 nuevos puestos de trabajo, de los que 55.000 correspondían al uso comercial, 17.000 al industrial y 56.000 a la construcción residencial (DCN hablaba, por su parte, de 214.000 nuevos empleos).