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NOTICIAS
DE LA CONSTRUCCIÓN, URBANISMO E INMOBILIARIO. |
19 de enero de 2016
NOTICIA
ADAPTADA AL SISTEMA EDUCATIVO inmoley.com DE FORMACIÓN CONTINUA
PARA PROFESIONALES INMOBILIARIOS. © |
UTILIZAR
EL URBANISMO PARA HACER POLÍTICA
¿Qué
aprendo?
Se analiza
en las guías
prácticas inmoley.com del urbanismo. Los giros que están
dando las principales operaciones urbanísticas de Cataluña
y Madrid a raíz de los cambios políticos lanzan un mensaje
pésimo al mercado inmobiliario. La inseguridad jurídica es
lo que menos quiere un inversor inmobiliario. Ni siquiera la inversión
en solares, con un planeamiento urbanístico definido, se está
librando de la inseguridad, así que no digamos el suelo urbanizable.
En el caso de las subastas de instalaciones industriales por la administración,
los nuevos ayuntamientos están queriendo ver elementos protegidos
en edificios abandonados desde hace años sin ningún valor
edificatorio objetivo. Está claro que ese interés por dotarlos
urgentemente de una protección edificatoria es para impedir su edificación
por la vía de los hechos. Hay casos de todo tipo, y en muchos hay
un fundamento urbanístico para que las nuevas autoridades quieran
revisar el expediente, pero en la mayoría de los casos hay más
motivación política que urbanística, lo que genera
una gran inseguridad. Entretanto, las constructoras, los suministradores
de materiales de construcción, las empresas de alquiler de maquinaría
como las grúas, etc, se desesperan viendo pasar proyectos sin que
se consoliden y empiecen a generar un trabajo que ha faltado durante muchos
años por la crisis. El sector de la construcción también
debe ser escuchado si se quiere generar empleo y actividad económica.
El urbanismo debe ser objetivo, independiente, estable y rápido.
Los órganos administrativos deben conceder licencias respetando
los derechos urbanísticos adquiridos siempre que sean legales, aunque
no estén conformes. No se trata de regalar beneficios urbanísticos,
sino de respetar el planeamiento vigente y la catalogación de protección
edificatoria. Es política y no urbanismo obligar a mantener una
protección edificatoria cuando coincide con una intencionalidad
política y en otros casos modificarla tras la venta porque el nuevo
grupo político piensa de modo diferente. Tampoco lo es pretender
huertos en zonas en las que el planeamiento permite centros comerciales
generadores de empleo. Eso no es urbanismo, es política y de dudosa
legalidad. Si no hay plena seguridad urbanística y se utiliza el
urbanismo para hacer política no habrá inversión,
algo que no puede permitirse el sector de la construcción en estos
momentos. Precisamente hay tantos planeamientos anulados judicialmente
por haberse politizado el urbanismo y no haberse respetado la independencia
administrativa. Ojalá los nuevos gobernantes no repitan el error
de politizar el urbanismo.
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